Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico

Sugerencias de ASCEL para envío de correos al buzón habilitado por la Comisión Europea

Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea (Fuente: Nota de prensa // Press release, 04/09/2023):

“La concentración de lobos en algunas regiones europeas se ha convertido en un peligro real para el ganado y, potencialmente, también para los seres humanos”

Todas las especies que componen los ecosistemas europeos son importantes. Ante la crisis de diversidad biológica en la que nos encontramos, no podemos perder ninguna más en Europa y menos a aquellas tan fundamentales como los grandes carnívoros, en general, y los lobos, en particular. 

Sabemos que se acercan elecciones europeas y que los políticos en tiempos electorales pierden la razón por un puñado de votos. Lamentamos la pérdida de su pony, Sñra. Von der Leyen, pero este hecho no puede ser utilizado para criminalizar al lobo basándose en información categóricamente falsa: el lobo no pone en peligro a las personas, ni tampoco a la ganadería en Europa. Cualquiera que consulte los datos con la Agencia Europea de Medio Ambiente lo puede verificar. Pregunte Sñra. Von der Leyen a sus Comisarios de Agricultura y Medio Ambiente. Por ejemplo: sobre un censo ganadero en la UE (Eurostat, 2021) de 142 millones de cabezas de ganado porcino, 76 millones de reses de bovino y 71  millones de ovejas y cabras, la incidencia atribuida a los lobos en la UE representa menos del 0,05% del total de dicha cabaña ganadera, y eso asumiendo que los lobos sean responsables de todas las bajas ganaderas. Entonces ¿se puede afirmar que los lobos son una amenaza para la cabaña ganadera y/o para las personas?

Hace apenas nueve meses, treinta países europeos adheridos al Convenio de Berna de protección internacional de la fauna confirmaron que el lobo ha de seguir teniendo una protección estricta y que no caben medidas de flexibilidad de dicha protección, y para ello se basaron en la mejor información científica disponible. Dicha posición favorable a mantener la actual protección del lobo en Europa fue defendida por todo el Consejo de la Unión Europea. Es más, los Ministros de Medio Ambiente de doce países escribieron a la Comisión Europea señalando que las mejores soluciones eran seguir manteniendo la protección estricta del lobo en Europa, junto con un sistema efectivo de medidas preventivas y económicas. La Política Agraria Común (PAC), que supone más del 30% del presupuesto comunitario, y la eco-condicionalidad de estos subsidios, ha de ser uno de los soportes económicos diferenciales que persigan la coexistencia.

Los ciudadanos esperamos de altos cargos públicos, como el de la presidenta de la Comisión Europea, que mantenga posiciones y compromisos equilibrados y responsables por la protección efectiva de la biodiversidad, y que se refuerce el crecimiento de las poblaciones de lobos y otros grandes carnívoros en Europa. Para ello, promocionar y agilizar la disposición de ayudas públicas para la coexistencia entre lobos y actividades humanas del sector primario es una de las estrategias. Promover y sensibilizar a la ciudadanía sobre la importancia ecológica de los lobos es otra de las acciones necesarias, para que la propaganda política y victimismo sectorial quede al margen.

En ASCEL, como asociación, ya hemos remitido a la Comisión Europea una carta contundente de respuesta que podéis consultar aquí.

Adicionalmente, proponemos que todos aquellos ciudadanos concienciados y sensibilizados, remitan a la dirección de correo EC-WOLF-DATA-COLLECTION@ec.europa.eu un texto, hasta el 22/09/2023, inclusive, dónde expresen, preferentemente con sus palabras, su indignación sobre el tema. No obstante, para aquellos que así lo prefieran, sugerimos el siguiente texto modelo, para copiar y pegar, aunque lo recomendable sería que fuera objeto de adaptación, modificación y encaje individualizado.

Agradeceríamos que si enviáis correo a esa dirección electrónica habilitada por la Comisión Europea, nos pusierais en copia (oculta / CCO) o bien nos lo reenviarais a ascel@loboiberico.com con el objeto de que podamos computar vuestra participación.

En nombre de ASCEL y de los lobos, muchas gracias de antemano.

Carta a Úrsula: Europa sin mentiras 

En primer lugar, la presidenta de la Comisión no puede mentir. Y miente cuando afirma que la “concentración de lobos … se ha convertido en un peligro … (potencialmente) … para los seres humanos”.

En segundo lugar, actuar desde esa responsabilidad por motivos personales (su pony) atenta contra el correcto funcionamiento institucional.

En tercer lugar, la demagogia y el populismo han de ser ajenos a la Unión Europea.

En cuarto lugar, reclamar una movilización popular para aportar información que sólo pueden aportar los gobiernos de los estados miembros por los cauces debidos, supone un golpe a la legitimidad por la cual esa persona debe de velar.

Dicho lo cual, yo vivo en espacio (afortunadamente) con presencia de lobos, osos pardos y linces. Pero hacen falta muchos más.

En cuanto a la necesidad de aportar información sobre “censos”, no es importante el número de los depredadores apicales, dado que ellos mismos se autorregulan, lo cual no deberían desconocer. Nunca habrá plagas de lobos, ni de osos, ni de linces. Los “censos” de lobos son complicados, largos y caros, e inútiles, básicamente, cuando sirven como pretexto para matarlos.

Conservar y restaurar la biodiversidad es conservar, proteger, conectar y recuperar poblaciones de lobos, porque la biodiversidad no solo es conservar un puzzle desordenado de especies, sino los procesos e interacciones que realizan dichas especies, como las que efectúa el lobo.

En cuanto a la supuesta conflictividad con intereses privados (como la ganadería), si el ganado está bien gestionado, no debe haber grandes problemas y la coexistencia es posible. Además, se están pagando generosas ayudas públicas a priori en Europa (a través de la Política Agraria Común o PAC) para mantener actividades agroganaderas, con respecto a la biodiversidad, con carácter estructural. No solo eso.  Se pagan ayudas a posteriori por la incidencia del lobo, bajo la normativa regional en España. A veces, incluso otras ayudas de carácter preventivo (subvenciones por la tenencia y adquisición de perros mastines, cercados y rediles,  vallados portátiles, pastores eléctricos, dispositivos de geolocalización del ganado o perros, “pagos por servicios ambientales”, y un largo etc.). Son también frecuentes otras ayudas públicas al sector agropecuario (por compensaciones y limitaciones en Espacios Naturales Protegidos, etc.)

El matar lobos, allí donde se ha producido, como en España, nunca ha servido para disminuir la incidencia sobre la cabaña ganadera, salvo para contentar a necios e ignorantes, que lamentablemente, cada vez tienen un voto más preciado.

El fraude con los daños atribuidos a lobos es conocido y consentido por las administraciones públicas involucradas, que parecen estar gobernadas por necios e ignorantes.

Dado que usted o ustedes han abierto la caja de Pandora, y dado que nadie va a poder entregar datos cuantitativamente válidos actualizados en catorce días hábiles desde que iniciaron la consulta, les despacho estas consideraciones cualitativas que (i) son tan válidas como cualquier otra opinión recabada y (ii) se someten a contraste.

Atentamente, lamentando que le paguemos un sueldo tan elevado a Úrsula, quizás de 358.000 euros. 

Fdo: _________________________

 

El TSJ de Castilla y León mantiene la paralización de la caza del lobo en 2016-2019

El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) desestima el Recurso de Reposición de la Junta de Castilla y León contra la suspensión cautelar de la caza de lobos en las temporadas 2016/2017, 2017/2018 y 2018/2019. La suspensión cautelar había sido solicitada por ASCEL, y estimada en su día por el TSJCyL

Un auto del TSJCyL del pasado 6 de julio, dentro del Recurso Contencioso-Administrativo interpuesto por ASCEL en junio de 2017, desestima los argumentos de la Junta de Castilla y León y mantiene la medida cautelar solicitada por ASCEL, que paraliza  la caza del lobo en las temporadas 2016/2017, 2017/2018 y 2018/2019.

Del auto judicial, cuya lectura recomendamos, destacamos algunas frases que parecen indicar que la racionalidad va instalándose, en aras a impedir la caza de ejemplares de una especie protegida:

… toda vez que el lobo es una especie protegida por la normativa europea y nacional y, si bien es posible su gestión, la decisión que sobre la misma se adopte debe garantizar la conservación de la especie.

Las Sentencias citadas – y esta es su razón de decidir – llegan a la conclusión de que el lobo no puede ser considerada una especie cinegética y, por lo tanto, que no puede ser objeto de caza.

… el interés que en esta pieza y por las razones expuestas estimamos es preferente es el de la protección de la especie, que es a lo que nos obliga la normativa estatal y comunitaria.

El auto continúa basándose en la anulación de disposiciones normativas anteriores, como:

  • El Decreto 32/2015, de 30 de abril, por el que se regula la conservación de las especies cinegéticas de Castilla y León, su aprovechamiento sostenible y el control poblacional de la fauna silvestre.
  • El Decreto 14/2016, por el que se aprueba el Plan de Conservación y Gestión del Lobo en Castilla y León .
  • La Orden FYM/609/2016, de 28 de junio, por la que se aprueba la Orden Anual de Caza.
  • El Plan de aprovechamientos comarcales para la temporada 2015/2016.

Resaltamos que ninguno de los parches legales de la Junta de los últimos tiempos (como la publicación del Decreto 10/2018 que regula la “conservación” de las especies cinegéticas de Castilla y León, vulgarmente la “Orden de Vedas”) soluciona nada frente a los argumentos citados. Por ello, reiteramos la solicitud de dimisión o cese del Consejero de Fomento y Medio Ambiente, D. Juan Carlos Suárez-Quiñones  Fernández, como responsable político de una huida hacia adelante sin sentido, que despilfarra recursos públicos y sobre todo, socaba nuestro patrimonio natural.

¿A quién molesta ese científico lobero?

El título de esta entrada es una traducción más que libre del reportaje aparecido recientemente en el medio estadounidense The New York Times Magazine, titulado en el original Who’s Afraid of the Big Bad Wolf Scientist?

Lo divulgamos aquí tanto por su contenido, como por su calidad periodística. Sobre la segunda, destacar que mirando desde España sorprende el tratamiento exhaustivo, en el que se entrevista a todas las partes con una mirada crítica, y en el que se requiere y revisa la correspondencia entre los empleados públicos implicados. Sobre el primero, baste decir que el conocido investigador de grandes carnívoros Rob Wielgus ha perdido su trabajo en la Washington State University por publicar sus investigaciones, y defenderlas pública y notoriamente.

El origen de la disputa con los poderes fácticos de la industria cárnica y las administraciones es un artículo científico, publicado en la revista PLOS ONE, y titulado Effects of Wolf Mortality on Livestock Depredations (Efectos de la mortalidad de lobos sobre la depredación al ganado).

Esencialmente el artículo describe efectos contra-esperados en el contexto del “manejo de vida salvaje” americano: la muerte de lobos en descastes implicó mayor predación sobre ganado en años sucesivos, efecto que los autores achacaron a la debilitación de los grupos familiares. Nada muy sorprendente conociendo la biología de los lobos. Quizás no debería sorprender la encarnizada respuesta, conocido el escenario de grupos de presión, intereses ocultos, y corrupción (hay quién le llama “política” a ese conjunto; aquí nos resistimos).

Dada la extensión y profundidad del original, y lo turbio y complejo del asunto, no nos planteamos hacer aquí una reseña. Recomendamos encarecidamente la lectura del original. Conociendo maniobras como estas, quizás estemos más atentos cuando ocurran en España. Porque también ocurren.

¿Cuántas explotaciones ganaderas se protegen matando lobos?

Un articulo científico recientemente publicado estudia el uso de métodos letales como herramienta de gestión de lobos, en lugares donde hay predación sobre ganado; concretamente en Michigan (EE.UU.) entre 1998 y 2014.

Entre sus conclusiones principales destaca que matar lobos para prevenir daños a la cabaña ganadera no es efectivo. Este resultado ya no es sorprendente porque existen trabajos previos advirtiendo dicho patrón, pero el estudio añade que en el mejor de los escenarios la gestión letal – sacrificar lobos – puede llegar a librar de la predación temporalmente a una explotación o explotaciones en un área concreta, pero a costa de perjudicar a explotaciones colindantes. Ni siquiera el control de ejemplares de lobos sería por tanto gestión efectiva para evitar predación sobre ganado en un entorno socio-económico homogéneo, que incluya diversas explotaciones ganaderas.

El artículo referido se añade a las evidencias que desacreditan la gestión letal de lobos como medida de prevención de la predación sobre ganado. Estas prácticas de descaste son, junto a la caza reglada, utilizadas por las distintas administraciones autonómicas españolas sin evaluar su efectividad. Se diría que más que gestionar un supuesto problema se persiguen meros réditos electorales. Por todo ello, una gestión efectiva y adaptativa, legalmente validable en países europeos regidos por el Convenio de Berna y la Directiva Hábitats, debe pasar por priorizar la prevención como herramienta de gestión.

La Directiva Hábitats no será revisada

El pasado mes de mayo la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León (JCyL) anunció una visita de representantes de la Comisión Europea1, destinada a revisar a la baja el estatus de protección del lobo al sur del río Duero. Dicha revisión, anunciaban, sería respuesta a los daños causados a explotaciones ganaderas de Ávila y Salamanca.

En ASCEL nos movilizamos para estar presentes en la reunión con los representantes de la Comisión Europea, ya que nos constaba que asistirían otros agentes “interesados” en el aparente conflicto entre lobos y ganadería. Contactamos con las dos instituciones mencionadas, así como con el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente2, también implicado en el evento. Ecologistas en Acción y WWF (vocales de las ONG conservacionistas en la Mesa del Lobo de la JCyL) apoyaron nuestra presencia en el encuentro.

La visita de los representantes de la Comisión Europea estaba prevista para el 23 de octubre. Tuvimos que esperar hasta el 18 para obtener respuesta por parte de la JCyL, no sin antes advertir que la ausencia de respuesta a tres escritos registrados merecía ser puesta de manifiesto públicamente. Quizás la habitual contestación judicial de ASCEL a la gestión de los lobos por parte de la JCyL, así como nuestra labor durante casi diez años en el Comité Consultivo del anterior Plan de Gestión, hayan tenido algo que ver.

En la reunión pudimos intervenir en apenas dos ocasiones, debido al formato del evento y al elevado número de participantes (principalmente alcaldes y representantes agro-ganaderos). Nos llamó la atención la homogeneidad entre los asistentes, derivada de que los alcaldes no parecían participar como representantes de todos los ciudadanos de sus municipios, sino como ganaderos. A pesar de ello, entregamos la documentación preparada para la ocasión3, 4 a los representantes de las instituciones participantes.

La conclusión más importante que sacamos de la reunión, así como de un intercambio informal posterior con el director de Capital Natural de la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea, es que una revisión del estatus del lobo al sur del Duero – es decir, una revisión de la Directiva Hábitats – no estaba sobre la mesa, y que la Junta debería hacer más esfuerzos en propiciar la coexistencia entre el lobo y los humanos. Asimismo, trasladamos nuestras reservas sobre los mecanismos de flexibilización de la Directiva Hábitats que algunas administraciones regionales españolas sugieren, a la vista de la ausencia de acreditación y justificación de las derogaciones puntuales de dicha Directiva en las que se incurre cada vez que se mata un lobo por daños a la ganadería.

Confiamos en que el dialogo en pro de la conservación del lobo se traduzca en que las administraciones regionales españolas cumplan todas por igual la Directiva Hábitats. Velaremos por un cumplimiento estricto de la Directiva, porque sólo así se puede asegurar el cumplimiento de los objetivos por los que fue aprobada.

1- Dirección General de Medio Ambiente.
2- Subdirección General de Medio Natural.
3- Incompatibilidad de la caza y los controles de población con los mandatos legales.
4- La gestión de grandes carnívoros vs. su importancia en los ecosistemas.

Una invitación indecente

Hace unas semanas tuvimos conocimiento de que el Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA) estaba organizando unas jornadas sobre el lobo, patrocinadas por la Consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente del Gobierno del Principado de Asturias. El 14 de Octubre recibimos una invitación formal del RIDEA, indicando que para el 30 de noviembre estaba prevista “una mesa redonda sobre la perspectiva conservacionista del conflicto”.

La invitación incluía el contexto del evento; citamos textualmente:

El paulatino crecimiento de la población de lobo de los últimos años y el avance de sus áreas de campeo y cría desde los territorios más naturalizados hacia los espacios urbanos y periurbanos de la región, nos obligan a reflexionar sobre las estrategias de gestión de una especie cuya relación con el hombre a lo largo de la historia fue casi siempre conflictiva.

Desde un punto de vista biogeográfico y socioeconómico nos encontramos, por una parte, ante una relación de coexistencia compleja y conflictiva entre un gran depredador y los intereses de los territorios y comunidades rurales – que hasta ahora han sido las principales afectadas por la depredación del lobo a los rebaños – en una región eminentemente ganadera y, por otra, ante una realidad actual que nos sitúa ante proceso expansivo que hace que el lobo llegue a merodear por los bordes de las aldeas, villas, e incluso ciudades, lo que abre un escenario inédito en la relación de la sociedad con la especie.

Desde un punto de vista ecológico el lobo es una especie de interés naturalístico, oportunista, con gran capacidad de adaptación a distintos hábitats, que forma parte de algunos ecosistemas de la región y que goza de un status legal de protección y gestión orientada a la conservación de sus poblaciones y hábitats.

Y desde un punto de vista social es objeto de aprecio divergente: por una parte, es alabado y ensalzado por amplios sectores de la población urbana y, por otra y por lo general, es denostado y temido por los habitantes del medio rural vinculados a la cría de ganado que padecen las consecuencias más negativas del conflicto.

Esa compleja realidad que se entreteje sobre el lobo, con repercusiones de carácter conservacionista, político, patrimonial, cultural, ecológico, económico, biogeográfico y social nos obliga inevitablemente a buscar soluciones y formas de actuación ante un conflicto que conviene gestionar con rigor para garantizar la conservación del lobo, evitar los riesgos inherentes a su expansión y dar proyección de futuro a las prácticas de la ganadería extensiva en Asturias.

Desde ASCEL diríamos que ante semejante ensayo, no hay necesidad de mesas redondas. Todo está ya claro: la demografía y etología de la especie; el diagnostico económico, e incluso el estudio sociológico del conflicto. No es necesaria por tanto nuestra participación. No obstante, por nuestra vocación de participación pública1, hemos trasladado a los promotores de las jornadas consideraciones encaminadas a eliminar sesgos y manifestaciones irresponsables, como paso previo a considerar nuestra participación.

A continuación presentamos algunos de esos argumentos:

  • Llama la atención en la invitación que en “la perspectiva conservacionista”, título del bloque al que nos invitan, participarían únicamente algunas entidades a priori conservacionistas. Da la impresión de que la administración es ajena a la responsabilidad de conservar la especie.
  • En los años que llevamos participando en diferentes foros, no habíamos leído manifestaciones similares, apuntando hacia riesgos de accidentes para las personas por la presencia de lobos en nuestro territorio. Esas referencias a cambios de comportamiento de los lobos, cuyo fundamento desconocemos, sumadas al uso de términos como “riesgos inherentes a su expansión” o “temido por habitantes”, y desembocando en la descripción de “un escenario inédito”, parece que pretenden trasladar miedo y desasosiego, inaceptables por irresponsables desde entidades públicas.
  • Participar en unas jornadas que nacen con semejante planteamiento supondría vulnerar la vocación de nuestra asociación: no queremos ser partícipes de un evento que parece dirigido a dar salida a desinformación, cuando no meras manipulaciones, que únicamente pueden servir para tensar más aún el clima negativo alrededor de la especie en particular y la conservación de la naturaleza en general.

1- Hemos participado en los Comités Consultivos de los Planes de Gestión del Lobo tanto en el Principado de Asturias como en Castilla y León, así como en innumerables foros de distinta naturaleza.