Un análisis genético de la saliva recogida en dos cadáveres de corzo y gamo ha confirmado lo que varias observaciones en el campo presagiaban: el lobo está de vuelta en el cantón de Neuchâtel en Suiza. Es la primera cita en el arco jurásico del país desde 1845, 168 años después.
Los análisis han permitido establecer que el lobo pertenece al linaje italiano. Los primeros avistamientos en el país helvético datan de 1996 y hasta 2012 no se ha confirmado la reproducción de la especie. A pesar de ello, se estima que la población del lobo en Suiza se compone de una veintena de individuos (Galicia con una superficie similar pero con una densidad de población menor alberga entre 60 y 68 grupos).
La colonización natural de la especie en el país ha generado desde el principio oposición política a pesar de que los casos de predación no son cuantiosos (Suiza cuenta con buenas poblaciones de ungulados silvestres). A pesar de ello, recientemente se han dictado sentencias contra decisiones políticas que contravienen la Directiva de Hábitats. Algo recurrente en la península ibérica y sobre la que los jueces aún no han mostrado la sensibilidad necesaria para una aplicación de la justicia. Esperemos que Suiza siga los pasos oportunos para permitir el restablecimiento de una población viable de lobos y la justicia en España despierte y las leyes sean aplicadas como el algunos países del norte de Europa.