Debido a las diversas sentencias judiciales que han puesto de manifiesto la ilegalidad de una parte importante del antiguo Plan de gestión del lobo, la Junta de Castilla y León se ha visto en la obligación de elaborar un nuevo documento técnico para la gestión de esta especie dentro de la región.
ASCEL, dentro del periodo de información pública, ha presentado un documento de alegaciones, basadas en su mayor parte en estudios científicos.
El hecho más destacable de este nuevo documento es que el objetivo principal del Plan no es la conservación del lobo, sino el cansado e injustificado argumento de que la conservación de la especie no comprometa la viabilidad de las explotaciones agropecuarias. Los datos oficiales, aportados por la propia Junta de Castilla y León, indican que los ataques de lobo afectaron, entre 2005 y 2012, únicamente a un 0,08% de reses de ganado menor y un 0,05 % de ganado mayor, respecto al censo ganadero de 2003 en Castilla y León. Es evidente que, con estas cifras, no es posible sugerir ni asumir que el lobo pueda comprometer la viabilidad económica de las explotaciones agropecuarias en la Comunidad, tal y como se ha indicado en el documento de alegaciones.
Algunas de las alegaciones presentadas han estado enfocadas en los siguientes temas:
– Escaso y vago desarrollo de las medidas preventivas y manejo responsable del ganado, cuando existen proyectos que indican su efectividad para reducir los ataques.
– Nulo efecto que tienen sobre la disminución de los ataques al ganado los controles poblacionales de la especie, que además se realizan sin ningún criterio cuantitativo ni científico y que pueden causar el efecto contrario al esperado según diversos estudios.
– Insignificante compromiso de la administración por controlar la mortalidad ilegal de la especie, tomándose en serio la lucha contra la caza furtiva y el veneno fundamentalmente.
– Cupos cinegéticos establecidos sin ningún criterio científico, basados en censos que carecen igualmente de soporte científico verificable.
– El peligro para la conservación de la especie que supone el turismo organizado, basado en la observación de grupos de lobos en época de cría y cuando los cachorros son más vulnerables en los lugares de reunión.
ASCEL pide en el documento de alegaciones reformular profundamente el texto, la finalidad y los objetivos del nuevo Plan que se pretende aprobar, de forma que estén basados en argumentos contrastados que conduzcan con garantías a la conservación de poblaciones viables de lobos, responsabilidad contenida en el ordenamiento jurídico actual y apuntada como necesidad en base a los conocimientos recientes sobre el papel de los grandes carnívoros en los ecosistemas.