Un estudio recientemente publicado en la revista Lutra aporta un poco de luz sobre la aparición de una loba hallada muerta en Holanda, el primer ejemplar en 150 años, con unas conclusiones tétricas:
Los análisis macroscópicos y bioquímicos de la loba hallada muerta en Luttelgeest el pasado 4 de julio confirman que era un ejemplar de aproximadamente un año de edad, originario del este de Europa. Los restos de bala encontrados en el flanco y pecho del ejemplar, y la diferencia temporal entre el post mortem y el rigor mortis, señalaron que la loba había sido tiroteada antes de llegar a los Paises Bajos, y trasladada después. El análisis del contenido estomacal señala que el animal se había alimentado de un castor, cuya huella genética y geoquímica coincide con los de la población de los Cárpatos, o de las montañas del Eifel.
Las introduciones ilegales de fauna salvaje parecen ser bastante comunes en Holanda. En este caso, detallados análisis morfológicos, moleculares e isotópicos ayudaron a demostrar una dispersión artificial del cadaver, y no natural de la loba (información adicional en la web de KORA; pdf).