El lobo es una especie protegida en virtud de la Directiva sobre los hábitats de la UE. Su recuperación contribuye a la protección de la naturaleza en Europa y a frenar la pérdida de biodiversidad a escala mundial. Matar lobos debe ser el último recurso de la Administración para hacer frente a los daños que provoque la especie. Este es el resumen de la prolija carta fechada el 11/02/2019 que firman conjuntamente los Comisarios de Medio Ambiente y Agricultura y que fue dirigida a todos los ministros de Agricultura y Medio Ambiente de la Unión Europea, incluida España. En dicha carta los Comisarios europeos recriminan la conducta de aquellos estados miembros que hayan apostado por la vía fácil del control poblacional de lobos (cinegético, etc.) utilizando como pretexto la conflictividad de la especie por las presiones de sectores privados (recordemos: subvencionados con dinero público para realizar sus prácticas de forma más respetuosa con el medio ambiente) en vez de apostar por la prevención como la herramienta prioritaria de gestión. En este sentido, en ASCEL constatamos reiteradamente el papel que realizan algunos profesionales de los medios de comunicación para los que dirigimos este modesto manual de comunicación
No es posible matar lobos porque si, ya que el lobo es una especie protegida y amparada por la UE y poner en peligro el estado de conservación de la especie es ilegal e injustificable. De hecho, según los Comisarios “matar lobos no debe reemplazar a un sistema general de medidas destinadas a alcanzar un estado de conservación favorable. Constituye, la última alternativa que puede (lo cual no significa per se) tenerse en cuenta en casos de animales problemáticos para los que la prevención se haya mostrado ineficaz y no debe ser perjudicial para el mantenimiento de un estado de conservación favorable“.
Los Comisarios también señalan que el marco normativo no se va a modificar (lo cual vuelve a refutar los reiterados anuncios que publican algunos medios de comunicación españoles, particularmente de Castilla y León), aunque la población europea de lobos se haya recuperado en algunos países en los últimos años. Los dos Comisarios son conscientes del reto que supone el esperado y deseable retorno del lobo, en especial en aquellas zonas donde había estado ausente durante muchas décadas y en las zonas rurales con la ganadería extensiva, y constatan que el “objetivo común es la coexistencia con los grandes carnívoros en la UE, un objetivo plenamente compatible con la política europea de conservación de la naturaleza. La Comisión ha apoyado activamente una visión por parte de los Estados miembros y las partes interesadas que concilie la conservación de esas especies con los intereses y necesidades de las personas. En el contexto del control de adecuación de la Directiva sobre los hábitats, todos los Estados miembros, el Parlamento Europeo y las partes interesadas han confirmado de manera unánime que la Directiva Hábitats 92/43/CEE es adecuada para sus objetivos y han instado a la Comisión a no modificar el marco normativo“.