La Ley de Caza y Protección de Mamíferos y Aves de Suiza, vigente desde hace 25 años, está siendo objeto de revisión. El proceso comenzó en septiembre de 2019, con la aprobación por el Gobierno Federal de ese país, de un nuevo texto de Ley. Ante la oposición a este proyecto de Ley de una buena parte de la sociedad, se inició una campaña de recogida de firmas, donde se consiguió el número suficiente (100.000 firmas en tres meses, 65.000 de ellas aptas) para posibilitar un referéndum el próximo 27 septiembre 2020 que decidirá si esta nueva Ley reemplazará o no, a la actual.
Actualmente corresponde al Consejo Federal (gobierno central) examinar todas las solicitudes de muerte (control letal de lobos) en Suiza. Existen dos criterios específicos para emitir una autorización de control:
1- El ejemplar de lobo debe haber predado más de 30 ovejas en menos de 3 semanas y, además, dichas ovejas deberán haber estado protegidas adecuadamente. Por lo tanto, no se autoriza ningún tipo de control ante ataques a rebaños desprotegidos o no vigilados.
2- Ejemplares que presenten un comportamiento no habitual (no responde a los medios de disuasión, ataca sistemáticamente a las ovejas, presenta pérdida total del miedo a humanos, etc.) o ejemplares con una elevada tasa de hibridación con perros verificada genéticamente.
Se han autorizado 27 resoluciones de control desde 1995 (año del regreso del lobo a Suiza), el 100% por ataques repetidos a rebaños gestionados correctamente (medidas disuasorias y de prevención). En estos 25 años y de las 27 autorizaciones de control, se han abatido 14 ejemplares. El control letal exclusivamente se llevó a cabo sobre individuos no reproductores (adultos solitarios y lobos juveniles), con el fin de evitar desestructurar los grupos familiares y crear más problemas que soluciones.
La nueva Ley de Caza, que será votada en el Parlamento suizo en septiembre de 2020, permitirá disparar a los lobos con “carácter preventivo” sin que se haya constatado ningún episodio de predación a la ganadería, con el fin de reducir, parece ser, el riesgo de ataque y/o disminuir el número de lobos en la zona. Además, dará a los Cantones más facilidades para presentar solicitudes de control letal, aunque seguirá siendo el Consejo Federal el responsable de autorizar estos controles.
El lobo es una especie estrictamente protegida en Suiza, lo que significa que no se puede cazar. Pero el Consejo Federal podría retirar esta categoría de especie protegida, lo que lo convertiría en especie cinegética, aumentando así su vulnerabilidad. Curiosamente, el Convenio de Berna, que estableció las bases de la protección actual del lobo en Europa, se firmó en la capital helvética.
Esta nueva Ley también incluye a otras especies protegidas como el lince boreal (Lynx lynx) o el castor (Castor fiber), en la lista de especies cinegéticas.
En conclusión, el estatus de protección estricta del lobo está amenazado. Por una parte, el Consejo Federal propone aumentar la protección al lobo (Le Conseil fédéral veut mieux protéger les loups), mientras que la futura Ley de Caza flexibiliza los controles. El Grupo Lobo de Suiza (GLS), en una comunicación remitida recientemente a ASCEL, interpreta que las declaraciones del Consejo son una simple “cortina de humo”. En este contexto, el GLS aconseja a los parlamentarios votar NO a esta nueva Ley.
La percepción negativa sobre el lobo que tienen algunos sectores en Suiza, se basa en la predación de ungulados salvajes (clasificados como animales de caza mayor) y domésticos (ganado). En el primer caso, se da la circunstancia de que el tamaño de las poblaciones de ungulados salvajes está en aumento en los últimos años, a pesar de ser objeto de gestión cinegética.
Tampoco los datos de predación a la ganadería justifican dicha percepción, ya que a pesar del aumento del tamaño de la subpoblación alpina de lobo en Suiza, que ha variado entre los 0 y los 8 grupos familiares en los últimos 25 años, la media anual de cabezas de ganado depredadas por el conjunto de la población lupina suiza no ha aumentado en la proporción que cabría esperar, todo lo contrario, permanece estable. Es más, la tasa de bajas ganaderas per cápita lobo suizo ha disminuido en los últimos 20 años (ver imagen siguiente), lo que corrobora la eficacia de las medidas disuasorias y preventivas existentes. Además, el censo de la cabaña ganadera en Suiza no ha disminuido a pesar del establecimiento de un máximo conocido de 8 grupos de lobos en los últimos años.
Finalmente, y según los datos resultantes del seguimiento realizado por el Grupo Lobo de Suiza, en 2019 habría un mínimo de 7 grupos familiares en todo el país.
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