No hay —ni puede haber— diferencias entre especies protegidas

ASCEL puntualiza a la FCQ

La Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ), se muestra favorable a matar lobos en una noticia publicada en el Diario de León (23/08/2023), y en un comunicado posterior (24/08/2023) mantiene esa insostenible posición.

Como reacción a unas declaraciones en prensa (Diario de León) tituladas “La FCQ considera que la actual protección del lobo deja desprotegida a la ganadería”, y publicadas el pasado 23/08/2023, la propia Fundación Quebrantahuesos (FCQ) se ha visto en la necesidad de reaccionar mediante un comunicado publicado en su página web al día siguiente (24/08/2023), dado el revuelo ocasionado por sus manifestaciones previas.

Desde ASCEL debemos advertir la gravedad de la posición de la FCQ, en ambas ocasiones. Se trata de la primera vez, tras la inclusión del lobo en el LESRPE hace casi dos años, que una entidad (supuestamente) conservacionista manifiesta explícitamente que hay que articular mecanismos para flexibilizar el marco general de protección del lobo y así poder matar algunos lobos. Y para ello hace una propuesta “constructiva”. Los términos empleados no son baladí.

En la práctica, desde la FCQ se sugiere que hay especies salvajes protegidas de primera categoría (como el quebrantahuesos, “intocables“) y otras de segunda división (como los lobos, que han de morir por su supuesta conflictividad con un sector lucrativo privado, con el que la FCQ realiza “sus” actividades y negocios), y porque los lobos viven en medios humanizados y necesitan —según ellos— un control humano. Debemos reseñar —para más inri—que los quebrantahuesos también viven en medios humanizados, por lo cual habría que preguntarse si los quebrantahuesos también requerirían otro “control” (eufemismo de matar) ¿o es que solo se han de “controlar” lobos?. No olvidemos que el número de quebrantahuesos y lobos en España es análogo, ya que los conteos más recientes determinan la presencia de 937-1.119 ejemplares de quebrantahuesos (> 400 adultos reproductores), mientras que de lobos hay 1.248 ejemplares (600 adultos reproductores).

Si la FCQ defiende matar algunos lobos, siendo como es especie protegida, que sepa que lo siguiente es matar algunos quebrantahuesos, por los mismos argumentos (legales o ilegales). Ahora bien, los argumentos no son válidos. Las excepciones a la norma, si es que se cumplen, tendrían que ser realmente excepcionales, y parece claro, camino ya de dos años de la entrada en vigor de la protección, que no se dan esas circunstancias singulares. Ni para el lobo, ni para las otras especies protegidas. En todo caso, una vez más, es necesario advertir que no hay ningún conflicto entre ganadería y lobos. Hay problemas locales y puntuales por manejos no profesionales, que además suelen ser objeto de hipérboles mediáticas. Lo que sí es conflictivo, a la par que fraudulento, son los sistemas de verificación de la incidencia sobre la ganadería atribuida al lobo, tan deficientes o inexistentes que permiten el continuo cobro de ayudas públicas —a priori y posteriori—, a pesar del incumplimiento sistemático de la obligada condicionalidad legal (véase la PAC, etc.). Esa es la única propuesta que cabría esperar en organizaciones serias y comprometidas con la conservación de la biodiversidad. Difundir la confusión de que es posible sorber y soplar, no es de recibo en entidades que se autoproclaman como interlocutores y defensores de la biodiversidad. Y es aún más triste considerar que quién así actúa es la FCQ, que se sostiene de apoyos públicos (Figura 1) y privados.

Figura 1. Relación y desglose de las subvenciones y ayudas públicas percibidas por la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ) en el período 2019-2023.

También produce vergüenza ajena observar como la FCQ hace un postureo indecente al afirmar que promovió la actual protección del lobo. Quién quiera entender, que lea la propia Orden Ministerial TED/980/2021. Y por último, tampoco sorprende que la FCQ, que opera desde hace tiempo también en el Parque Nacional de Picos de Europa, no se haya opuesto al control letal de un lobo aprobado en octubre de 2022 por el Gobierno asturiano en un espacio natural protegido con la máxima categoría de protección nacional e internacional.

En todo caso, es necesario divulgar al público la denigrante posición de la FCQ.