Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico

Sugerencias de ASCEL para envío de correos al buzón habilitado por la Comisión Europea

Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea (Fuente: Nota de prensa // Press release, 04/09/2023):

«La concentración de lobos en algunas regiones europeas se ha convertido en un peligro real para el ganado y, potencialmente, también para los seres humanos»

Todas las especies que componen los ecosistemas europeos son importantes. Ante la crisis de diversidad biológica en la que nos encontramos, no podemos perder ninguna más en Europa y menos a aquellas tan fundamentales como los grandes carnívoros, en general, y los lobos, en particular. 

Sabemos que se acercan elecciones europeas y que los políticos en tiempos electorales pierden la razón por un puñado de votos. Lamentamos la pérdida de su pony, Sñra. Von der Leyen, pero este hecho no puede ser utilizado para criminalizar al lobo basándose en información categóricamente falsa: el lobo no pone en peligro a las personas, ni tampoco a la ganadería en Europa. Cualquiera que consulte los datos con la Agencia Europea de Medio Ambiente lo puede verificar. Pregunte Sñra. Von der Leyen a sus Comisarios de Agricultura y Medio Ambiente. Por ejemplo: sobre un censo ganadero en la UE (Eurostat, 2021) de 142 millones de cabezas de ganado porcino, 76 millones de reses de bovino y 71  millones de ovejas y cabras, la incidencia atribuida a los lobos en la UE representa menos del 0,05% del total de dicha cabaña ganadera, y eso asumiendo que los lobos sean responsables de todas las bajas ganaderas. Entonces ¿se puede afirmar que los lobos son una amenaza para la cabaña ganadera y/o para las personas?

Hace apenas nueve meses, treinta países europeos adheridos al Convenio de Berna de protección internacional de la fauna confirmaron que el lobo ha de seguir teniendo una protección estricta y que no caben medidas de flexibilidad de dicha protección, y para ello se basaron en la mejor información científica disponible. Dicha posición favorable a mantener la actual protección del lobo en Europa fue defendida por todo el Consejo de la Unión Europea. Es más, los Ministros de Medio Ambiente de doce países escribieron a la Comisión Europea señalando que las mejores soluciones eran seguir manteniendo la protección estricta del lobo en Europa, junto con un sistema efectivo de medidas preventivas y económicas. La Política Agraria Común (PAC), que supone más del 30% del presupuesto comunitario, y la eco-condicionalidad de estos subsidios, ha de ser uno de los soportes económicos diferenciales que persigan la coexistencia.

Los ciudadanos esperamos de altos cargos públicos, como el de la presidenta de la Comisión Europea, que mantenga posiciones y compromisos equilibrados y responsables por la protección efectiva de la biodiversidad, y que se refuerce el crecimiento de las poblaciones de lobos y otros grandes carnívoros en Europa. Para ello, promocionar y agilizar la disposición de ayudas públicas para la coexistencia entre lobos y actividades humanas del sector primario es una de las estrategias. Promover y sensibilizar a la ciudadanía sobre la importancia ecológica de los lobos es otra de las acciones necesarias, para que la propaganda política y victimismo sectorial quede al margen.

En ASCEL, como asociación, ya hemos remitido a la Comisión Europea una carta contundente de respuesta que podéis consultar aquí.

Adicionalmente, proponemos que todos aquellos ciudadanos concienciados y sensibilizados, remitan a la dirección de correo EC-WOLF-DATA-COLLECTION@ec.europa.eu un texto, hasta el 22/09/2023, inclusive, dónde expresen, preferentemente con sus palabras, su indignación sobre el tema. No obstante, para aquellos que así lo prefieran, sugerimos el siguiente texto modelo, para copiar y pegar, aunque lo recomendable sería que fuera objeto de adaptación, modificación y encaje individualizado.

Agradeceríamos que si enviáis correo a esa dirección electrónica habilitada por la Comisión Europea, nos pusierais en copia (oculta / CCO) o bien nos lo reenviarais a ascel@loboiberico.com con el objeto de que podamos computar vuestra participación.

En nombre de ASCEL y de los lobos, muchas gracias de antemano.

Carta a Úrsula: Europa sin mentiras 

En primer lugar, la presidenta de la Comisión no puede mentir. Y miente cuando afirma que la «concentración de lobos … se ha convertido en un peligro … (potencialmente) … para los seres humanos».

En segundo lugar, actuar desde esa responsabilidad por motivos personales (su pony) atenta contra el correcto funcionamiento institucional.

En tercer lugar, la demagogia y el populismo han de ser ajenos a la Unión Europea.

En cuarto lugar, reclamar una movilización popular para aportar información que sólo pueden aportar los gobiernos de los estados miembros por los cauces debidos, supone un golpe a la legitimidad por la cual esa persona debe de velar.

Dicho lo cual, yo vivo en espacio (afortunadamente) con presencia de lobos, osos pardos y linces. Pero hacen falta muchos más.

En cuanto a la necesidad de aportar información sobre «censos», no es importante el número de los depredadores apicales, dado que ellos mismos se autorregulan, lo cual no deberían desconocer. Nunca habrá plagas de lobos, ni de osos, ni de linces. Los “censos” de lobos son complicados, largos y caros, e inútiles, básicamente, cuando sirven como pretexto para matarlos.

Conservar y restaurar la biodiversidad es conservar, proteger, conectar y recuperar poblaciones de lobos, porque la biodiversidad no solo es conservar un puzzle desordenado de especies, sino los procesos e interacciones que realizan dichas especies, como las que efectúa el lobo.

En cuanto a la supuesta conflictividad con intereses privados (como la ganadería), si el ganado está bien gestionado, no debe haber grandes problemas y la coexistencia es posible. Además, se están pagando generosas ayudas públicas a priori en Europa (a través de la Política Agraria Común o PAC) para mantener actividades agroganaderas, con respecto a la biodiversidad, con carácter estructural. No solo eso.  Se pagan ayudas a posteriori por la incidencia del lobo, bajo la normativa regional en España. A veces, incluso otras ayudas de carácter preventivo (subvenciones por la tenencia y adquisición de perros mastines, cercados y rediles,  vallados portátiles, pastores eléctricos, dispositivos de geolocalización del ganado o perros, «pagos por servicios ambientales», y un largo etc.). Son también frecuentes otras ayudas públicas al sector agropecuario (por compensaciones y limitaciones en Espacios Naturales Protegidos, etc.)

El matar lobos, allí donde se ha producido, como en España, nunca ha servido para disminuir la incidencia sobre la cabaña ganadera, salvo para contentar a necios e ignorantes, que lamentablemente, cada vez tienen un voto más preciado.

El fraude con los daños atribuidos a lobos es conocido y consentido por las administraciones públicas involucradas, que parecen estar gobernadas por necios e ignorantes.

Dado que usted o ustedes han abierto la caja de Pandora, y dado que nadie va a poder entregar datos cuantitativamente válidos actualizados en catorce días hábiles desde que iniciaron la consulta, les despacho estas consideraciones cualitativas que (i) son tan válidas como cualquier otra opinión recabada y (ii) se someten a contraste.

Atentamente, lamentando que le paguemos un sueldo tan elevado a Úrsula, quizás de 358.000 euros. 

Fdo: _________________________

 

No hay —ni puede haber— diferencias entre especies protegidas

ASCEL puntualiza a la FCQ

La Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ), se muestra favorable a matar lobos en una noticia publicada en el Diario de León (23/08/2023), y en un comunicado posterior (24/08/2023) mantiene esa insostenible posición.

Como reacción a unas declaraciones en prensa (Diario de León) tituladas “La FCQ considera que la actual protección del lobo deja desprotegida a la ganadería”, y publicadas el pasado 23/08/2023, la propia Fundación Quebrantahuesos (FCQ) se ha visto en la necesidad de reaccionar mediante un comunicado publicado en su página web al día siguiente (24/08/2023), dado el revuelo ocasionado por sus manifestaciones previas.

Desde ASCEL debemos advertir la gravedad de la posición de la FCQ, en ambas ocasiones. Se trata de la primera vez, tras la inclusión del lobo en el LESRPE hace casi dos años, que una entidad (supuestamente) conservacionista manifiesta explícitamente que hay que articular mecanismos para flexibilizar el marco general de protección del lobo y así poder matar algunos lobos. Y para ello hace una propuesta “constructiva”. Los términos empleados no son baladí.

En la práctica, desde la FCQ se sugiere que hay especies salvajes protegidas de primera categoría (como el quebrantahuesos, «intocables«) y otras de segunda división (como los lobos, que han de morir por su supuesta conflictividad con un sector lucrativo privado, con el que la FCQ realiza “sus” actividades y negocios), y porque los lobos viven en medios humanizados y necesitan —según ellos— un control humano. Debemos reseñar —para más inri—que los quebrantahuesos también viven en medios humanizados, por lo cual habría que preguntarse si los quebrantahuesos también requerirían otro «control» (eufemismo de matar) ¿o es que solo se han de «controlar» lobos?. No olvidemos que el número de quebrantahuesos y lobos en España es análogo, ya que los conteos más recientes determinan la presencia de 937-1.119 ejemplares de quebrantahuesos (> 400 adultos reproductores), mientras que de lobos hay 1.248 ejemplares (600 adultos reproductores).

Si la FCQ defiende matar algunos lobos, siendo como es especie protegida, que sepa que lo siguiente es matar algunos quebrantahuesos, por los mismos argumentos (legales o ilegales). Ahora bien, los argumentos no son válidos. Las excepciones a la norma, si es que se cumplen, tendrían que ser realmente excepcionales, y parece claro, camino ya de dos años de la entrada en vigor de la protección, que no se dan esas circunstancias singulares. Ni para el lobo, ni para las otras especies protegidas. En todo caso, una vez más, es necesario advertir que no hay ningún conflicto entre ganadería y lobos. Hay problemas locales y puntuales por manejos no profesionales, que además suelen ser objeto de hipérboles mediáticas. Lo que sí es conflictivo, a la par que fraudulento, son los sistemas de verificación de la incidencia sobre la ganadería atribuida al lobo, tan deficientes o inexistentes que permiten el continuo cobro de ayudas públicas —a priori y posteriori—, a pesar del incumplimiento sistemático de la obligada condicionalidad legal (véase la PAC, etc.). Esa es la única propuesta que cabría esperar en organizaciones serias y comprometidas con la conservación de la biodiversidad. Difundir la confusión de que es posible sorber y soplar, no es de recibo en entidades que se autoproclaman como interlocutores y defensores de la biodiversidad. Y es aún más triste considerar que quién así actúa es la FCQ, que se sostiene de apoyos públicos (Figura 1) y privados.

Figura 1. Relación y desglose de las subvenciones y ayudas públicas percibidas por la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ) en el período 2019-2023.

También produce vergüenza ajena observar como la FCQ hace un postureo indecente al afirmar que promovió la actual protección del lobo. Quién quiera entender, que lea la propia Orden Ministerial TED/980/2021. Y por último, tampoco sorprende que la FCQ, que opera desde hace tiempo también en el Parque Nacional de Picos de Europa, no se haya opuesto al control letal de un lobo aprobado en octubre de 2022 por el Gobierno asturiano en un espacio natural protegido con la máxima categoría de protección nacional e internacional.

En todo caso, es necesario divulgar al público la denigrante posición de la FCQ.

 

¿Para qué sirve matar unos lobos?

La literatura científica viene contrastando -con rigor y con suficiencia demostrable- que matar lobos no mejora la percepción social de la especie, no reduce el nivel de la incidencia de la especie sobre la cabaña ganadera y tampoco reduce la caza ilegal, sino todo lo contrario. Aunque no existe una sola evidencia científica que avale las tesis contrarias, precisamente esas tesis son ampliamente sostenidas por algunos políticos, gestores y pseudo-expertos en medios de comunicación en el debate generalmente «demagógico» creado en torno a la protección del lobo en España.

Recientemente ha sido publicada en una revista científica internacional una nueva evidencia (1) que avala, aún más si cabe, que autorizar la caza de lobos incrementa drásticamente la mortalidad de la especie durante los años posteriores al fin de su caza.  A mediados del siglo XX, los lobos estaban casi extintos en la mayoría de EE.UU salvo Alaska, con un pequeño número sobreviviendo en el norte de Minnesota. Después de que los lobos fueran incluidos en el año 1973 en «Listado federal de especies en peligro de extinción» (nótese que en España eso mismo sucedió pero en 2021 -casi 50 años después que en EE.UU-, y gracias a la iniciativa de ASCEL), la población de lobos de Minnesota aumentó, y se estabilizó a principios del s. XXI. Sin embargo, la caza se reanudó por parte de las autoridades de Minnesota como resultado a que la gestión del lobo recayera también en los estados -que abogaban por la caza como única herramienta de gestión- durante las temporadas 2012-2013 y 2013-2014 (allí nunca fue posible la caza de lobos en los parques nacionales, al contrario que en España con los 200 lobos matados en el PN de los Picos de Europa). Dicha caza se suspendió judicialmente en todo el territorio de Minnesota en diciembre de 2014 (de forma similar a lo que ASCEL consiguió salvando de la muerte a 143 lobos en las temporadas 2018-2019 en Castilla y León, y/o anulando los cupos de caza en 2011-2012 y 2015-2016, y también el plan de gestión de 2016 de dicha región).

Analizar los efectos poblacionales de la caza y las tasas de mortalidad de lobos fue posible gracias a la existencia de ejemplares radiomarcados en Minnesota durante el período 2004-2019. Así, los investigadores norteamericanos realizaron un análisis que mostraba que la tasa de mortalidad de los lobos se mantuvo casi constante desde 2004 hasta el inicio de la temporada de caza en 2012, pero dicha mortalidad se duplicaba con el inicio de la primera temporada de caza de 2012-2013, e inesperadamente, se mantuvo en ese nivel elevado y de forma casi constante hasta 2019, a pesar de que durante 5 años la persecución cinegética del lobo no era legal (1). La tasa anual de la mortalidad de lobos aumentó del 21,7% antes de las temporadas de caza de lobos (10,0% por causas humanas y 11,7% por causas naturales) al 43,4% (35,8% por causas humanas y 7,6% por causas naturales). El análisis de la tendencia estadística determinaba que la mortalidad causada por el hombre se incrementó considerablemente durante las temporadas de caza, mientras que la mortalidad natural inicialmente disminuyó, pero después de la interrupción de la caza, la mortalidad causada por humanos se mantuvo significativamente más alta que antes de las temporadas de caza (1).

A ello hay que sumar que en algunos estados norteamericanos, como Idaho, los cazadores no informaban adecuadamente de los lobos muertos en los lances cinegéticos y que el número de lobos matados que explicaba las variaciones poblacionales entre el período pre y post cinegético era un 84% superior a lo inicialmente considerado (2), lo cual permite inferir que la mortalidad de lobos provocada por los seres humanos siempre es subestimada.

Toda esta información sugiere que permitir y generalizar los controles letales de lobos (como con cualquier otra especie, y más si está protegida) envía mensajes negativos sobre el lobo (3). Las acciones que persiguen flexibilizar la protección de especies a través de caza como herramienta “social” para reconducir conductas ilegales y mejorar las actitudes, incentiva justo lo contrario, es decir, conductas ilegales de persecución, como han determinado algunos trabajos (3).

También se ha comprobado científicamente en estados norteamericanos -como el de Wisconsin- que la caza ilegal de lobos aumenta un 650% cuando se solapan otras actividades cinegéticas en las cuales el lobo no es el objetivo cinegético y más, con presencia de nieve. Además, los efectos de matar lobos se han podido analizar a nivel de la persistencia y durabilidad de los propios grupos de lobos. Así, se pudo comprobar que la posibilidad de que un grupo familiar de lobos permaneciera como tal hasta el final del año disminuía en un 27% cuando un miembro cualquiera del grupo moría por causas humanas, y que la tasa de éxito de reproducción de dicho grupo familiar al año siguiente disminuía un 22%. Si la muerte era la de alguno de los individuos dominantes reproductores, el impacto era mucho más grave, ya que la probabilidad de persistencia del grupo familiar disminuía un 73% y la de la reproducción al año siguiente casi un 50% (4).

Todos los trabajos científicos determinan que la caza de lobos no reduce su mortalidad ilegal, sino que la aumenta incluso drásticamente durante los años posteriores al fin de la caza (1, 3). Esto demuestra la necesidad de proteger estrictamente a los lobos y de que esa protección sea efectiva en términos de cumplimiento por parte de las administraciones mediante los medios y dotaciones suficientes (vigilancia, sanciones, penas de privación de libertad, etc.).

Si queremos restaurar la biodiversidad perdida, y recuperar funciones ecológicas perdidas que solo es capaz de desempeñar el lobo como principal predador apical en España, resulta absolutamente necesario consolidar la protección del lobo, y si es posible, mejorar el grado de protección, que es lo que pretende ASCEL mediante su catalogación.

Reparto geográfico de los 1.104 lobos matados con permiso por caza y por controles  de la Junta de Castilla y León en el período 2006-2021. Nótese como la administración regional permitió también matar 79 lobos allí donde están estrictamente protegidos, son una especie prioritaria y donde no eran especie cinegética, como es al Sur del Duero. 

La caza y los controles letales de población anulan o reducen severamente la “funcionalidad ecológica” de lobos (dada su condición de apical y ecológicamente importante) aun cuando a pesar del efecto de la caza y los controles la población fuera demográfica y genéticamente viable, lo cual, nunca es así. Es más, esa caza tampoco es  compatible con los mandatos legales nacionales e internacionales de protección de la especie, que emanan del Convenio de Berna (donde el lobo es una especie protegida y estrictamente protegida, a pesar de algunos intentos en vano recurrentes), de la Directiva Hábitats 92/43/CEE (que tampoco se modifica, a pesar del ruido mediático inducido por algunos políticos regionales) y del “Listado” o LESRPE en España (RD 139/2011).

Referencias citadas:

(1) Oliynyk, R-T. (2023). Human‑caused wolf mortality persists for years after discontinuation of hunting. Nature Scientific Reports, 13: 11084. https://doi.org/10.1038/s41598-023-38148-z

(2) Mack, C., Rachael, J. Holyan, J. Husseman, J. Lucid, M. & Thomas. B. (2010). Wolf conservation and management in Idaho; progress report 2009. Nez Perce Tribe Wolf Recovery Project, P.O. Box 365, Lapwai, Idaho; Idaho Department of Fish and Game, 600 South Walnut, Boise, Idaho. 67 pp.

(3) Chapron, G. & Treves, A. (2016). Blood does not buy goodwill: allowing culling increases poaching of a large carnivore. R. Soc. B, 283: 20152939. http://dx.doi.org/10.1098/rspb.2015.2939

(4) Cassidy, K. A., Borg, B.L., Klauder, K. J., Sorum, M.S., Thomas-Kuzilik, R. Dewey, S. R., Stephenson, J. A., Stahler, D. R., Gable, T. D., Bump, J. K., Homkes, A. T., Windels, S. K. & Smith, D. W. (2023). Human-caused mortality triggers pack instability in gray wolves. Front. Ecol. Environ., doi:10.1002/fee.2597

No caben cupos de muerte de especies protegidas como el lobo

ASCEL presentó un recurso contencioso administrativo el pasado 17 de mayo frente al plan de gestión del lobo que aprobó el Gobierno de La Rioja (Decreto 12/2023, de 5 de abril, publicado en el Boletín Oficial de La Rioja nº 71 de 12 de abril de 2023), y además pidió medidas cautelares para la suspensión de dicho plan de gestión.

A nuestro juicio, el Decreto aprobado demoniza la conservación del lobo, a pesar de ser una especie protegida en Europa (desde 1986) y en España (incluido en el LESRPE en septiembre de 2021), ya que prioriza a los intereses económicos de un sector lucrativo privado (ganadería) frente al interés general (la protección del lobo y su papel ecológico). La norma incumplía la legislación nacional, incluida la reciente Estrategia Española aprobada por el Gobierno de la Rioja en Conferencia Sectorial en julio de 2022, y en su Anexo, trataba de justificar, mediante la reiterada apelación al “grado de conflictividad social” (que reside básicamente en el número de noticias amarillistas de medios de comunicación), el establecimiento de un “cupo anual” del 6% de la población de lobos obviándose si tal circunstancia va a perjudicar o no al estado de conservación favorable de la especie.

De esa forma, el Gobierno de la Rioja procedía mediante ese plan de gestión a perpetuar la misma gestión que ha venido recurrentemente adoptando por sistema de matar lobos en cualquier época y condición cuando era especie cinegética, y mediante el plan quería establecer el mecanismo legal para que de manera automática se autorizara a priori el matar un 6% anual de la población de lobos, en base al histórico regional de muerte de lobos, y lo que es más grave, aprobaba dicho porcentaje sin tener en cuenta que no se puede fijar porcentajes de muerte de especies protegidas a priori.

En un Auto del TSJ de la Rioja se reconoce parcialmente la petición de medidas cautelares que solicitamos de suspensión del plan: los magistrados dan la razón a ASCEL, apelando al principio de precaución que ha de regir en materia medioambiental, eliminando el cupo del 6% por ser incompatible con la protección de una especie, y ataja la arbitrariedad del Gobierno de la Rioja, que incumple el marco general de protección del lobo, lo cual deja en la práctica bloqueado el plan de gestión del lobo.

Desde ASCEL consideramos que es hora de que el nuevo Gobierno de la Rioja asuma los nuevos tiempos de la protección internacional y nacional del lobo, anule el Decreto 12/2023 para evitar la judicialización de normas manifiestamente incompatibles con la protección de la especie, que se pongan manos a la obra para favorecer y exigir medidas de prevención ganaderas para lograr la coexistencia, persiguiendo todas las acciones de caza ilegal de esta especie.

Por último, señalamos que esa norma fue validada y refrendada por varios organismos del Gobierno de la Rioja del anterior organigrama y de sus servicios jurídicos, e incluso por el Consejo Consultivo de la Rioja, lo cual deja entrever responsabilidades que no se deben esconder.

Lobo «M237» radiomarcado en Suiza es abatido ilegalmente por un cazador en Hungría tras haberse desplazado miles de km por Centro Europa

En múltiples ocasiones los medios de comunicación nos muestran que los lobos son capaces de ocupar hábitats altamente humanizados y de cruzar barreras notables. Sin embargo esos mismos medios omiten que el aprendizaje puede ser vital y que los estudios de telemetría también muestran como infraestructuras viarias (como simples carreteras nacionales) pueden limitar frecuentemente los movimientos de los lobos, siendo incluso utilizados para delimitar áreas de campeo habituales, o la elevadas tasas de mortalidad provocadas por el ser humano que soportan estos animales y que impiden su recuperación, como sucede en España y Portugal. 

Múltiples noticias tienden -por su carácter extraordinario- a sobreestimar además la capacidad de dispersión y flujo genético entre las poblaciones de lobos. Los lobos son extraordinariamente móviles, pero no están exentos de muerte por su inteligencia y psiquismo, especialmente si permite o tolera su muerte en forma de caza recreativa, etc. En Norteamérica, con datos de miles de lobos radiomarcados, se ha comprobada como la mayoría de los eventos de dispersión tienen lugar a menos de 100 km de lugar de nacimiento. Pero existe una minoría de ejemplares que son dispersantes «a larga distancia». Y una minoría, de entre la minoría, llega a reproducirse incluso, como sucedió con un celebérrimo lobo en California. En Europa, los eventos de dispersión también son habitualmente a corta distancia, pero los que acontecen con ejemplares que alcanzan amplios dominios vitales también son objeto de atención mediática. Uno de ellos ha sido protagonizado por un lobo suizo radiomarcado llamado «M237», cuya trayectoria vital (incluidos sus orígenes) y movimientos, saltaron a la luz pública ante la tremenda magnitud de sus desplazamientos por más de 2.000 km a lo largo de Centro Europa entre 2022 y 2023.

Figura 1. Lobo M237

Figura 2. Movimientos por Centro Europa del lobo suizo M237

Figuras 1 y 2. Lobo suizo M237 y extracto cartográfico de sus movimientos por Centro Europa entre 2022 y 2023

Lamentablemente, la mayoría de estos eventos acaban con la trágica muerte de los ejemplares de lobos como consecuencia de la presión humana (caza, atropellos, etc.), como sucedió con un ejemplar de lobo germano-polaco asentado en Dinamarca como consecuencia de un evento de dispersión y cuya muerte por disparo fue grabada en directo. De nuevo se repite ese lamentable suceso y el lobo «M237» ha sido abatido en Hungría por un cazador. No obstante, el equipo de investigación colaboró con las autoridades, y afortunadamente las pesquisas emprendidas han resultado en la detención del cazador que ilegalmente mató a ese ejemplar de lobo. El relato de todo ello lo podéis encontrar en la página de redes sociales de la asociación polaca «Stowarzyszenie dla Natury Wilk».  

En el contexto internacional se ha comprobado como las tasas de mortalidad por caza ilegal suponen entre el 32 y 74% de la mortalidad en grandes carnívoros terrestres, lo cual tiene serias implicaciones desde el punto de vista de la conservación. Los eventos de dispersión entre subpoblaciones de lobos incrementan las probabilidades de conservación a largo plazo al permitir el intercambio demográfico, pero ese intercambio solo es efectivo a través de la reproducción entre ejemplares de poblaciones distintas. Maximizar el intercambio genético entre subpoblaciones de lobos a nivel europeo es una necesidad y debería ser un gran objetivo al cual nuestros gestores no prestan la suficiente atención, a pesar de la extraordinaria necesidad para que eso se produzca y se reduzcan los problemas de pérdida diversidad genética que asolan a nuestras poblaciones, incluida la ibérica.

Un evento de movimientos y dispersión tan extraordinario como el que estaba protagonizando el lobo suizo radiomarcado «M237», que se ha movido por más de 2000 km a lo largo de Europa, desafortunadamente ha acabado trágicamente por la acción ilegal de un humano irresponsable. Así pues, ese extraordinario periplo vital no contribuirá a incrementar la viabilidad demográfica y genética europea de lobos. La dispersión no ha sido efectiva. Como la protección, en este cas particular e individualizado en este ejemplar «M237».  

Es conocido que existe una mortalidad críptica (no detectada) de caza ilegal de lobos, que parecer ser aún más elevada que la mortalidad inferida a partir de los trabajos de radiomarcaje. En ese sentido, es un hecho científico, que la persecución humana sobre lobos, incluso donde están estrictamente protegidos, en forma de caza legal e ilegal, no solo es perniciosa para la viabilidad a largo plazo, sino que es mucho más elevada que lo que se asume en «círculos oficialistas». Por ejemplo, en Escandinavia se pudo comprobar cómo el crecimiento anual teórico de una población de lobos debía haber sido cuatro veces superior a lo observado (990 lobos frentes a los apenas 200 censados), lo cual significaba que muchos ejemplares (y no todos están radiomarcados) habían perecido ilegalmente en proporciones mucho mayores que las estimadas a partir de los datos de mortalidad por el propio radiomarcaje. En el estado norteamericano de Idaho (EE.UU), donde se mataban legalmente hasta 275 lobos (33% de la población censada en 2009) a través de la caza recreativa, se comprobó cómo los cazadores no informaban adecuadamente de los lobos muertos en los lances cinegéticos y que el número de lobos muertos tenía que ser un 84% superior a lo inicialmente considerado para explicar los niveles poblacionales de dichos lobos. 

Por todo ello, la necesidad de cumplimiento efectivo de ese marco de protección que demanda ASCEL y la elevación de la protección legal a través de su catalogación como especie protegida, no solo en España, sino en toda Europa.

El caso del lobo «M237» muerto en Hungría y nacido en Suiza, saldado con su muerte, escenifica la necesidad de una protección homóloga firme y estricta sobre todos los lobos y en toda Europa.

ASCEL denuncia la aparición de una loba muerta por disparo en Burgos

La ausencia de protocolos en la recogida de lobos muertos y la demora en la elaboración de los correspondientes informes técnico-facultativos de necropsias dificulta las investigaciones de los hechos y demuestra el absoluto desinterés de la Junta de Castilla y León en la persecución de la caza ilegal de lobos. Aparentemente, la Junta ampara a delincuentes.

A principios de Marzo, colaboradores de ASCEL encontraron el cadáver de un ejemplar de lobo hembra en el norte de la provincia de Burgos (Comarca de Merindades) en la nieve, con una lesión compatible con disparo de rifle, probablemente la causa de la muerte. El hallazgo fue (en ese momento) comunicado al SEPRONA (Guardia Civil), como es obligación ciudadana ante un episodio de estas características y en particular cuando se trata de especies protegidas como el lobo.

La muerte de lobos por caza ilegal es su principal causa de mortalidad, y con diferencia, en cualquier población mundial de esta especie, incluso donde están estrictamente protegidos. Es más, es científicamente un hecho que la caza ilegal de lobos se incrementa un 650% cuando se solapan actividades cinegéticas (como las batidas de jabalíes) y la presencia de nieve.

En el caso de que el informe de necropsia del ejemplar confirme que la causa de la muerte es la caza ilegal (disparo), instamos a la Junta de Castilla y León a presentar la correspondiente denuncia a la Fiscalía con objeto de investigar este delito y dirimir cualquier responsabilidad penal, porque lo que es de aplicación legal para el resto de especies protegidas (como águilas reales, buitres leonados, osos pardos, etc.), ha de ser de aplicación legal análogamente con el lobo por su estatus de protección.

En este sentido desde ASCEL aprovechamos para insistir en que la Junta de Castilla y León carece de protocolos eficaces para la recogida de cadáveres ni un plazo para la realización de necropsias de especies protegidas en general y de lobos en particular, aunque existan indicios o evidencias de que los cadáveres que ingresan en los Centros de Recuperación de Animales Salvajes (CRAS) lo sean por delitos. Dado que estos sucesos son, lamentablemente, recurrentes, se demuestra el nulo interés del Ejecutivo de Mañueco y Suárez Quiñones en perseguir la caza ilegal.

Cualquier muerte de individuos de lobo en España es una pérdida irreparable en términos demográficos y genéticos, ya que se trata de una especie vulnerable cuya supervivencia a largo plazo depende de unos 600 adultos reproductores distribuidos en unos 300 grupos familiares en España y que además se encuentran en un estado de conservación desfavorable en nuestro país. El paradigna del cambio de estatus del lobo no hace más que revelar que administraciones, como la Junta de Castilla y León, en vez de asumir sus responsabilidades legales de incrementar las acciones en pos de justicia y contra los delincuentes, lo que hacen es mantener un status quo anterior —y ahora ilegal— que otorga impunidad para esos delincuentes, porque presumiblemente son cazadores.