Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico

Aragón no protege al lobo y ASCEL lo reclama en sus alegaciones

  • El Gobierno de Aragón demuestra sus incoherencias al no proteger al lobo desde hace décadas. Y ese hecho sigue patente en la presentación de su borrador de Decreto por el crea un Listado Aragonés de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y modifica el Catálogo de Especies Amenazadas, donde el lobo no figura.
  • ASCEL presenta alegaciones al nuevo Listado y borrador de Catálogo de Especies Amenazadas de Aragón, reclamando la inclusión de lobo como especie “En Peligro de Extinción”.

El Gobierno de Aragón abrió recientemente un periodo de participación pública sobre un Decreto con el que pretende aprobar un nuevo Catálogo de Especies Amenazadas y el Listado Aragonés de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial. El nuevo Catálogo considera las necesidades de actualización de las normas aragonesas previas al marco normativo que se deriva de la Ley 42/2007 de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, de ámbito nacional.

Como un paso más en el seguimiento de los aspectos legislativos que atañen a la conservación del lobo en el marco de las acciones de fiscalización que realizamos de las diferentes administraciones españolas, ASCEL ha analizado el listado de taxones propuestos para su protección en Aragón, tanto en el Listado como en el Catálogo. Y el lobo no figura en ninguna categoría de protección en dicha región. Esta ausencia, a nuestro juicio, deliberada, ha sido motivo de presentación de un escrito de alegaciones por conducto oficial el pasado 8/07/2021. En ellas manifestamos que no hay justificación técnica, científica y legal que avale que el lobo en Aragón no se encuentre en el nuevo Catálogo regional como especie en la categoría “En Peligro de Extinción”.

Además, revelamos las incoherencias argumentales y legales del Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente de Aragón, que intenta escurrir el bulto ignorando el proceso administrativo en curso para la inclusión de todas las poblaciones españolas del lobo en el LESRPE  promovido e inducido por ASCEL frente al Ministerio y un proyecto de orden ministerial en ciernes de ser aprobado en el BOE.

Los datos oficiales que dispone el Gobierno de Aragón permiten afirmar que los lobos llevan más de 40 años -desde los años 80 del siglo pasado-, intentando colonizar y asentarse permanentemente dicha región, pero sin éxito por la elevada persecución humana (mortalidad ilegal). 

El Ejecutivo regional, a pesar de ese conocimiento, no ha actuado con responsabilidad, juicio y buen gobierno en todos estos años, y ha asumido posturas indefendibles y demagógicas, como que los lobos que se detectan en Aragón son ejemplares en dispersión que luego retornan a sus lugares de origen y nunca conforman manadas estables (¡desde hace 40 años!). Aragón ostenta una responsabilidad única y singular en el conjunto de España, ya que podría ser el lugar donde se produzca el ansiado y deseable cruce genético entre lobos de perfil genético italiano y haplotipos ibéricos, lo cual contribuiría a mejorar la viabilidad genética del depauperado tamaño efectivo de la población ibérica noroccidental de lobos.

A tenor del proyecto de Decreto que nos han presentado, parece que los responsables públicos aragoneses no ostentan la talla política y ambiental suficiente para recuperar al lobo en Aragón como depredador apical, así como para favorecer la restauración de funciones ecológicas vitales perdidas en dicha comunidad, tales como la regulación numérica de ungulados salvajes (corzos, ciervos, jabalíes y cabras montesas, etc.) a través de la depredación natural que realizan poblaciones viables y funcionales ecológicas de lobos.

Posición de ASCEL sobre el proyecto legislativo del Ministerio: sugerencia de alegaciones.

El Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITERD), con ostensible retraso (que provoca la muerte de muchos lobos), ha presentado a información pública el pasado 19 de mayo y hasta el  11 de junio de 2021, un Proyecto de Orden Ministerial  donde se modifica el RD 139/2011 mediante la inclusión de todas las poblaciones españolas de lobo (Canis lupus) en el “Listado” (LESRPE), debido a la iniciativa administrativa de ASCEL.

Nuestra asociación tiene inequívocamente el propósito -y mandato- de catalogar al lobo como especie “Vulnerable”, y no cejaremos en ese empeño. Por ello, rechazamos ese proyecto de orden ministerial en los términos en los que está desarrollado.

Una lectura atenta de dicho proyecto permite comprobar cómo en sus disposiciones contempla que ‘se podrán seguir aplicando las medidas de las Comunidades Autónomas (CCAA) de acuerdo con el 61 de la Ley 42/2007’, lo cual significa asumir por el Gobierno de España que las CCAA actúan en base a unas “Excepciones”, lo cual es rotundamente falso, ya que todos los “Planes de Gestión” y “Programas de control poblacional” de las CCAA, no se acogen ni se han acogido nunca en este país a esas excepciones. Las CCAA matan sistemáticamente lobos porque consideran que tienen un recurso biológico “cualquiera”, en base unas “poblaciones” que se determinan a partir de unos supuestos “censos” (sobredimensionados y sin rigor), y/o en virtud de la incidencia de la especie imposible -de definir a priori-, pero que provoca conflictos a posteriori con intereses privados lucrativos (sector ganadero, etc.), es decir, matando lobos a priori para que no se produzca su incidencia sobre la ganadería a posteriori.

Figura 1. Extracto de la página 6 del proyecto de Orden Ministerial, con subrayado sobre la Disposición Adicional Única.

Si la muerte de lobos se pudiera seguir aplicando, siempre que fuera compatible con el art. 61, jamás se podrían producir muerte alguna de lobos, porque ese supuesto nunca se ha dado en España, máxime con un estado de conservación “Desfavorable e Inadecuado”, según acredita el propio Ministerio para una especie de interés comunitario como el lobo en aras al cumplimiento de la Directiva Hábitats.

Por otro lado, el Ministerio renuncia al ejercicio de sus competencias, trasladando a las CCAA la protección del lobo. La responsabilidad del marco de protección legislativo (el RD 139/2011) es exclusivamente del Ministerio y con dicho proyecto de orden ministerial pretenden vincular la protección de una especie / la incorporación al RD 139/2011 (y subordinarla, de facto) a una Estrategia Nacional” (documento sin valor legislativo, pero que recoge las directrices de gestión), lo cual rompe el esquema normativo de protección legal de toda la biodiversidad e implica a las CCAA en la Conferencia Sectorial, órgano de participación sectorial en el que se aprueban todas las “Estrategias Nacionales”, la cual, a su vez, podría darle un formato que anule atisbos de protección efectivos, manteniendo la opción actual de matar lobos arbitrariamente.

Figura 2. La muerte intencionada e indiscriminada de lobos se produce en España mediante dos tipos de acciones: la “caza recreativa” a través de cupos, y el control poblacional efectuado directamente por personal de la administración (“controles”). Blindar al lobo de la “caza recreativa” y de los “controles” es el objetivo final que persigue y comanda ASCEL desde hace 21 años.

A la vista de las Disposiciones que figuran en el proyecto de Orden Ministerial, en ASCEL consideramos que la enésima maniobra de trilerismo político y legal con el lobo protagonizada por el Gabinete ministerial presidido por Teresa Ribera, crea un precedente legal indecente e inasumible para la protección de toda la biodiversidad española. Y solo cabe interpretar que, en todo caso, se incluiría al lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESRPE), pero para seguir matándolo, opción absurda e ilegal, sin precedentes para una especie protegida en la categoría “Listado” (LESRPE). Un proyecto de orden ministerial para la inclusión de todas las poblaciones de lobo en el LESRPE debería suspender—automática y expresamente— cualquier norma autonómica y/o provincial contra la consideración debida a una especie incluida en el RD 139/2011, según estipula la Ley 42/2007.

Todas estas reflexiones las hemos trasladado a diferentes medios de comunicación que nos han requerido consulta y análisis al respecto, véase por ejemplo, este enlace, este otro o aquí.

Por ello, hemos presentado un escrito administrativo al Ministerio, solicitando:

(a) Eliminar tanto la Disposición adicional única como la final primera.

(b) Subsidiariamente, publicar en la Orden Ministerial, en un artículo único, la consideración adicional de la incompatibilidad de la condición de especie protegida con todas las normas autonómicas que habilitan la muerte del lobo por caza y/o controles (Planes de gestión de Galicia, Asturias, Cantabria, Álava, Aprovechamientos cinegéticos y autorizaciones de control de Castilla y León, Programas de control de Asturias, Cupos de extracción de Cantabria, Autorizaciones de caza y control letal de La Rioja).

(c) La publicación inmediata de la Orden Ministerial, que incluya esas condiciones previas, por obvias razones, dado el goteo incesante actual de muertes de lobos, en regiones como Asturias y Cantabria.

Desde ASCEL os hemos reflejado estas sugerencias previas (en negrita), por si consideráis efectuar vuestras alegaciones particulares, para lo cual tenéis que seguir únicamente las instrucciones que figuran en la propia página del Ministerio.

Es el momento de evitar la degradación del esquema general nacional de protección de la biodiversidad, para que no se cometa con el lobo la erosión de dicho marco. Y evitarlo es competencia final del MITERD.  

Figura 3. Lobos abatidos en Cantabria por “caza recreativa”.

!Cuando haces click no hay stop!

Sobre cómo combatir el sensacionalismo mediático con lobos: ¡Click, click: NO; Recorta: SÍ!

Provocar indignación, y percepción negativa hacia fauna salvaje, extendiendo la alarma infundada basada en anécdotas, buscando la polarización y fomentando las provocaciones sociales, solo podría explicarse, o bien por la falta de contenidos dignos locales, o de profesionalidad de los redactores de las noticias que aparecen en medios que se hacen eco de supuestos hechos estrambóticos, o mediando una conocida búsqueda desaforada de rentabilidad (socioeconómica y auto publicidad) a través del incremento de accesos a la web y a las redes sociales.

Un ejemplo de ello es lo sucedido en un municipio del norte de Burgos (Comarca de Merindades), que ha saltado de medios de comunicación locales a otros de ámbito nacional. 

Desconocemos la autoría de la incidencia (perros versus lobos; porque los perros también matan ganado y ungulados salvajes, pero eso no “vende” a los medios) por la ausencia de pruebas (genéticas u otras).

Pero si podemos comunicar que, a fecha de hoy, desconocemos si existe peritaje oficial por la incidencia de cánidos al dueño de las ovejas, ni tampoco si se han acreditado medios de prevención, ni la certificación del propietario de las ovejas como titular profesional de una explotación.

La libertad de expresión es un derecho constitucional, como también lo es de disponer de un medio ambiente saludable. Y el derecho a una información veraz y contrastada es una necesidad. 

Si el postureo y sensacionalismo mediático se hace a costa de nuestra biodiversidad y de nuestro patrimonio natural, cada vez más amenazado y en grave peligro de desaparición, como es la presencia de lobos en la comarca burgalesa de Merindades, es hora de plantarse.

Sugerimos no difundir algo así, con traslado de enlaces que destilan publicidad negativa sobre los lobos en un alarde de sensacionalismo en busca de “clicks”, ni entrar al trapo de grupos de comunicación negativa y de los contados profesionales de la comunicación (sobradamente conocidos, porque siempre son los mismos) que hacen esas malas praxis por sistema.

Las capturas mediante imágenes recortadas, tan fáciles de obtener con nuestros móviles, no generan publicidad a través de clicks en medios de comunicación irresponsables.

ASCEL ya editó tiempo atrás una guía titulada “El Lobo en los Medios” destinada a ayudar a los profesionales de la información a la hora de tratar noticias sobre lobos, con el fin de contribuir a aportar rigor y aliviar el alarmismo social asociada a la presencia del lobo generado por profesionales de la comunicación con escasos principios y un código deontológico cuando menos cuestionable en lo que a rigor y veracidad se refiere.

Por si no fuera suficiente, resulta además que el Ayuntamiento de dicha localidad burgalesa en un pleno municipal que se celebrará el 9/04/2021 lleve una propuesta (punto nº 5) para el mantenimiento del lobo como especie cinegética, en apoyo de la Junta de Castilla y León.

Lo sorprendente es que ese mismo Ayuntamiento el 29/03/2021 se oponía a la instalación de aerogeneradores en una nueva central eólica de 50 MW de energía renovable, argumentando que “en estos momentos es más conveniente la preservación del medio natural, apostar por otro modelo de desarrollo territorial con menor impacto, por encima de los posibles beneficios económicos“.

Más cinismo, hipocresía y demagogia no cabe en responsables públicos de dicho municipio. 

Calvo incendiado

Autor del texto: José Carral Fernández

En democracia los cargos públicos comportan una gran responsabilidad y el deber de asumir las críticas y la fiscalización de los ciudadanos, colectivos y agentes sociales. Sus declaraciones en fecha tan señalada como el 23 de febrero en el diario La Voz del Trubia son de extrema gravedad y antidemocráticas. Es a los ciudadanos depositarios del estado de opinión a quien tiene usted debe dar explicaciones. Afirmar que ha perdido esa batalla, no olvide que las batallas forman parte de las guerras, es tanto como decir que está en guerra con ellos y muestran su incompetencia y su fracaso para persuadir y convencer con argumentos legales y técnicos sobre la posición de su gobierno. Gobierno de todos los asturianos que ha hecho de la protección del lobo un casus belli.

Un problema que en coste económico y relativizando es una gota de agua en medio del océano en una región con medio millón de cabezas de ganado. Con los gastos y fastos contables y por lo que se ve malos asesores de su gobierno, se sufragaban los daños causados por el lobo anualmente. Ha minusvalorado y menospreciado que una parte de la sociedad asturiana conoce perfectamente la situación del sector y la ganadería y la conservación del lobo. Sector que tiene problemas, por desgracia, infinitamente mayores que el malvado lobo y que sus gobiernos no han sabido resolver. Ha mostrado que desconoce, ignora o niega el procedimiento legalmente establecido para la inclusión de una especie en el RD 139/2011 (LESRPE), legítimo y democrático que de abajo arriba (participación pública) fue iniciado por una asociación conservacionista (ASCEL) y respaldado por un comité científico, por la ciencia.

Sr Calvo, se ha tocado a rebato (a “retrete”) en cámaras locales y se han escuchado pronunciamientos en los que se vertían afirmaciones que ponían de manifiesto la más absoluta desinformación e ignorancia sobre el status legal del lobo.

Sr Calvo, ha olvidado usted, que ha sido la formación a la que pertenece al que ha promovido, apoyado y aprobado a mayor gloria, la mayor parte de la normativa vigente en materia de protección ambiental incluida la del lobo. Parece haber olvidado usted, que su departamento es el responsable de velar por el cumplimiento de la normativa de protección del medioambiente regional, estatal y comunitarias y de combatir el fraude en el cobro de daños del lobo.

Sr. Calvo, no se olvide de recordar a los ganaderos que el dinero de las subvenciones lo pagamos todos y tiene clausulas ambientales.

Sr Calvo, vive usted en su mundo, tan familiar, del que viene y el cual le respalda. No le ha importado agitar y fracturar a la sociedad asturiana en provecho suyo y de su partido relegando a una parte de ella.

Sr. Calvo, quien hace una profecía está atrapado por ella, y en su caso —como cargo público— no ha medido su alcance y consecuencias. Sus declaraciones son incendiarias, tóxicas, y matan, porque de incendios, veneno y furtivismo hablan, y no lo condenan. En vez de llamar a la calma y prudencia, su admonición bíblica huele a matonismo político y es una irresponsabilidad por la que yo le ruego que dimita cuanto antes.

 

Sugerencias de ASCEL para la participación en la consulta pública del Ministerio de cara a la modificación del estatus legal del lobo en España

Visto el proceso de consulta participativa ciudadana convocado por el Ministerio y con fecha de finalización el 26/02/2021, en lo que constituye uno de los últimos pasos de la iniciativa de ASCEL para proteger realmente el lobo mediante su inclusión en el Catálogo y subsidiariamente en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESRPE), desde ASCEL sugerimos la participación consciente en el mismo, y para ellos hemos preparado un posible modelo con tres ideas clave para la respuesta al Ministerio.

IMPORTANTE: Las alegaciones han de remitirse a la dirección de correo buzon-sgb@miteco.es, indicando en el asunto del emailCPP Modificación RD139/2011” e identificándose oportunamente con el NIF/Pasaporte.

El Modelo de Alegaciones que os proponemos es el siguiente.

Y para aquellos que quieran hacer un copia y pega de un texto: 

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D/Dña. _________________________________, con NIF _________________, por medio de la presente, al respecto de la Consulta pública previa sobre el “Proyecto de Orden Ministerial por la que se modifica el anexo del Real Decreto 139/2011, de 4 de febrero, para el desarrollo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y del Catálogo Español de Especies Amenazadas”, con asunto de referencia “CPP Modificación RD 139/2011”, traslada lo siguiente:

1.- El lobo precisa, tanto por razones objetivas como por comparativas con otras especies ya protegidas en el RD 139/2011, su inclusión no sólo en el Listado, sino en el Catálogo como “Vulnerable”, como justificó la asociación ASCEL.

2.- En todo caso, la inclusión del lobo al menos en el “Listado”, supone el fin de la muerte de ejemplares por caza y por controles letales.

3.- Dadas las circunstancias concurrentes con el lobo, que se mata por medio de planes mal llamados de gestión (algunos de los cuales ha sido hasta anulado en los tribunales por ASCEL), insto al Ministerio a incluir en la orden a emitir, la consideración adicional de la incompatibilidad de la condición de especie protegida con todas las normas autonómicas que habilitan la muerte del lobo por caza y/o controles (plan de gestión de Galicia, plan de gestión de Asturias, plan de gestión de Cantabria, plan de gestión de Álava, aprovechamientos cinegéticos y autorizaciones de control de Castilla y León, programas de control de Asturias, cupos de extracción de Cantabria, autorizaciones de caza y control de La Rioja).

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En nombre de ASCEL, como asociación promotora de las acciones administrativas y judiciales que han supuesto este proceso de modificación del estatus legal del lobo en España, os damos las gracias de antemano por vuestra participación en esta consulta.

No hay equidistancias en el debate científico internacional, ético y político, sobre el lobo

Autor del texto: José Carral Fernández

Publicado en “La Nueva España” 03/02/2021

Figuras e imágenes: Internet

Recientemente Carlos Nores tuvo oportunidad de exponer en dos artículos su opinión sobre la ciencia, la investigación y las actitudes adoptadas en torno a la misma acerca de la “gestión” del lobo. No son casuales ni esas intervenciones ni otras similares al hilo de la negativa a su inclusión en el LESPRE (Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial) por parte del Gobierno del Principado y casi coincidiendo con “la inocentada” de la prórroga de los controles letales. Sus alambicadas declaraciones no logran ocultar el verdadero propósito, el blanquear una gestión opaca y funesta del lobo en este país y en esta región. Ha utilizado su “emérita aura” académica para sermonear, pretendiendo zanjar, un asunto fundamentalmente legal; si el lobo reúne o no los requisitos normativos (que haberlos haylos) para entrar en el LESRPE bien como catalogado o bien como meramente listado, o se asume que no ha lugar ni lo uno ni lo otro. Ha hecho de “poli bueno” al tiempo que intentaba matar al mensajero. Ex profeso hace un confuso recorrido con insinuaciones y omisiones sobre cuestiones, de índole histórica, científica, legal, sociológica y de “gestión” para finalmente sentenciar con una particular visión de la ecología del lobo y nuestra especie, académica y éticamente cuestionables.

Nores ha caído en su propia maraña argumental. Todo ello merece réplica de quienes nos sentimos aludidos (aún por omisión de Nores, al no citar a ASCEL) y conocemos el estado de conservación y opinión del lobo e implicados en su protección.

Causa estupefacción esa conversión cuasi religiosa en “amor incondicional, enardecido…” hacia el lobo del que habla. Sin temor a equivocarse, quien conozca el sector ganadero y cinegético, los que copan el mayor protagonismo en la gestión del lobo y de mayor peso electoral, sabe que son los menos proclives a su protección. Nunca estuvieron ni antes ni ahora, salvo excepciones, concienciados ni renunciaron a nada sino por imperativo legal. La especie correría la peor de las suertes si no fuese por el esfuerzo de grupos ecologistas o conservacionistas independientes, el aumento del apoyo social, y la implicación de un sector de la comunidad científica poco reconocido. Estigmatizados como radicales, posiciones como la de Nores contribuyen a mantener este infundado estado de opinión afortunadamente cada día más cuestionado. Su valoración está tan alejada de la realidad que ni la más artificiosa palangana demoscópica o profecía autocumplida puede enjuagarla o hacerla creíble y tampoco se entendería la polémica de la que habla.

Ha pasado mucho tiempo y a pesar de la inspiración de Rodríguez de la Fuente, muchos tienen una extraña forma de honrar su memoria, matando lobos y cortando sus cabezas para exhibirlas, envenenándolos, furtiveándolos, atropellándolos, etcétera. Lo de lobo bueno, lobo muerto sigue formando parte del imaginario colectivo junto con otros prejuicios irracionales y anacrónicos. No en vano el punto 6 de los objetivos del plan del lobo en Asturias (del año 2002) recoge explícitamente la promoción de campañas de sensibilización. Atizado por el sensacionalismo, la intoxicación, polémicas artificiales, y convertido en carnaza mediática y macabro trofeo, el lobo es utilizado como chantaje y cortina de humo para ocultar tanto el fracaso político como los graves problemas del sector ganadero como la sistémica alteración de precios de la cadena alimentaria.

Figura 1.
Zonificación territorial para el lobo en el Principado de Asturias. Ninguna zona está exenta al control letal de lobos. En las zonas en blanco, todos los lobos que aparezcan son objeto de exterminio al considerarse no idóneas para la presencia de lobos.

Ya no da más de sí ni el mantra de la amenaza para el extensivo (en toda el área de distribución del lobo del estado hay cientos y cientos de miles de cabezas de ganado) ni que su protección es un capricho de urbanitas, ni tampoco esa comparación, a calzador y simplista con la gestión de espacios protegidos de otras latitudes. Sin olvidar la condicionalidad ambiental de ayudas multimillonarias que recibe el sector.

El supuesto enfrentamiento, ecologistas versus ganaderos, mencionado y avalado por Nores, es la excusa de la que participan los gestores de la Administración para adoptar una perniciosa “equidistancia” cuando, acorralados por las evidencias, irresponsablemente o ilegalmente, no toman las medidas necesarias por ser impopulares. El lobo señala la mala gestión y un manejo negligente del ganado.

Figura 2.
Comparación de la biomasa de la megafauna frente a humanos y ganado doméstico. Fuente: Barneski 2008, PNAS

Figura 3. La presencia de ganadería supone desaparición y/o desplazamiento por competición de biodiversidad nativa como los ungulados salvajes en la naturaleza. La equivalencia entre cargas (UGM) de herbivoría es la que se ilustra en esta figura norteamericana.

Nores asume que ensayos de opinión difundidos por publicaciones científicas por parte de un experto tienen el mismo rango que docenas de sólidos y extensos trabajos experimentales que confirman la condición apical del lobo y su importancia en los ecosistemas. Es decir, mezcla y confunde lo científico con lo metacientífico. Atañe a los científicos la revisión del trabajo de sus pares. Esta autocritica permanente, característica de la ciencia, es lo que la hace confiable. No atañe a los científicos como tales, sino a epistemólogos, sociólogos, etcétera valorar si su disciplina y el colectivo se ven influenciados y cómo en sus resultados. Lo que diga un acreditado científico como el “patriarca” Mech u otros es cuestionable cuando se trata del pagano terreno de la opinión.

Todos los trabajos científicos modernos apuntan a que las poblaciones funcionales de grandes carnívoros producen efectos ecosistémicos, incluso en ambientes humanizados. Para ello, hay que protegerlos eficazmente y no matarlos, condición sine qua non para ejercer la citada funcionalidad. No hay que ir a Norteamérica ni a prístinos espacios para comprobar dichos efectos sino a poblaciones amenazadas de depredadores tan nuestros –los linces ibéricos, por ejemplo– en forma de cascadas tróficas, como el control de mesodepredadores, algo que, como miembro destacado de la Sociedad Española para la Conservación y Estudio de los Mamíferos (SECEM) y la Fundación Oso Pardo (FOP), no debería dejar de citar.

Figura 4. Cascadas tróficas y la importancia de la presencia funcional de depredadores apicales como los lobos en el Parque Nacional de Yellowstone

Ejemplos de funcionalidad ecológica son patentes en la vieja Europa a la que pertenecemos, donde la acción conjunta de depredadores apicales como osos, glotones, águilas reales, linces boreales y lobos, regulan la dinámica de las poblaciones, controlando los ungulados salvajes sin necesidad de acción humana (caza) preservando la biodiversidad y participando de los procesos evolutivos.

Estos son los motivos por los que ASCEL (Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico) a la que el señor Nores se refiere haciéndonos “un Rajoy”, solicitó en plazo y forma, al amparo de la normativa estatal, comunitaria, y convenios internacionales, la catalogación del lobo como “Vulnerable” o subsidiariamente su inclusión en el LESPRE. Entre otras, la Directiva Hábitats comunitaria que protege los “prados de siega de montaña” que Nores defendió en prensa, por lo cual en coherencia debería hacer extensible esa reclamación protectora al lobo, también protegido por esta Directiva.

Hay una diferencia crucial en su acepción jurídica entre proteger y conservar que Nores no advierte y es la clave de bóveda de la cuestión. Jurídicamente se protege con el objetivo de conservar, no al revés. Omite, y no es un asunto menor, como el Ministerio de la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITERDO) ha desoído a su propio Comité Científico y la solicitud de ASCEL, al no incluir en el LESPRE al lobo y que ad hoc manifieste abrir un proceso que denomina “Estrategia”, de modo administrativamente improcedente y fraudulento, dejando las cosas peor que estaban al dar la espalda a la ciencia.

Un reino de taifas en la que el Estado y las CCAA son corresponsables al romper la regla de oro de la uniformidad en la gestión de una sola población (tan deseable en todos los ámbitos) y que se sigan matando lobos inútilmente bajo el eufemismo de controles. A este respecto hay que recordar que, según la UE, el estado de la población de lobos de España es desfavorable e inadecuado, y su recomendación es recurrir como última solución a dichos controles letales. Esta excepción se ha convertido en regla, gracias en parte al “matemático” respaldo de consultoras a las que acuden una y otra vez gestores y administraciones en busca de “sus cupos de extracción”, su única y definitiva solución. Se está incumpliendo la normativa de forma flagrante. Está por ver, como dice Nores, si las denuncias prosperaran, a tenor de lo sucedido en Castilla y León y Cantabria, en Asturias.

Figura 5.
Asturias se ha erigido en un territorio donde matar lobos es uno de los indicador de la gestión ambiental y de cómo esloganes como “Paraíso Natural” son una falacia para la ciudadanía sensibilizada en materia ambiental.

De esta inseguridad jurídica, falta de aval y consenso científico sobre los efectos de los controles letales en la incidencia de daños a la ganadería, y la contrastada funcionalidad ecológica del lobo se desprenden profundas implicaciones éticas. Llegados a este punto, muchos consideramos inadmisible matar lobos, no solo porque pueda ser ilegal el matar por matar. Hay un valor superior y una necesidad en preservar o mantener toda forma de vida, y los procesos que la envuelven, más acuciante que nunca. No hacerlo nos está costando un alto precio. El ejemplo de la pandemia es la más dramática muestra. Este es el mandato para quienes causamos los problemas.

Figura 6.
El plan de gestión del lobo de Asturias permite la captura y sacrificio de camadas de cachorros de lobos en libertad. ¿Es éste el modelo de gestión del “Paraíso Natural”?. Autor: Paco Catalán.

Esta concepción de la “gestión” y conservación de la naturaleza de Nores y tantos otros, más allá de la falacia naturalista, comienza a parecerse sospechosamente al engañoso y circular principio antrópico. Una visión desalineada con la investigación sobre ecología de depredadores y con el metaanálisis y la convergencia de resultados de estudios que figuran en los paneles internacionales del Cambio Climático y Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos que señalan la actividad humana como el mayor problema ambiental. Precisamente son la ciencia y la investigación las que cuestionan la afirmación de que nuestra especie tenga un papel funcional y ecológico, y de forma unánime se urge a revertir y restituir los procesos naturales que hemos alterado o estamos destruyendo. No somos un controlador apical, somos el problema apical con mayúsculas.

Si en los albores de la civilización y en la transición de evolución biológica a cultural no podíamos conocer el alcance de los cambios por llegar, en nuestros días ese logro de la cultura que es la ciencia, nos indica que el camino a seguir para conservar la naturaleza no es precisamente “la roturación, silvicultura, agricultura, ganadería o caza…” tal como Nores plantea. Ese es el mundo del hombre para el hombre que en tres milenios nos ha llevado al precipicio. Un supremacismo antropológico y biológico que nadie relacionado con la docencia y la investigación puede defender y para el que no se me ocurre mejor respuesta que citar a dos gigantes como Poincaré y Russell. El francés dijo: “La ciencia habla en indicativo, no en imperativo” y el británico, en su celebrado libro “Por qué no soy cristiano”, afirmó: “Si se me garantizara la omnipotencia y millones de años para experimentar con ella no presumiría mucho del hombre como resultado final de todos mis esfuerzos”.