Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico

ASCEL refuta el plan de gestión del lobo que plantea el Gobierno de Cantabria

Nuestra ONG ha participado en el proceso abierto por el gobierno de Cantabria el pasado mes de enero, con respecto a la propuesta de un plan de gestión del lobo. Más que presentar alegaciones, ASCEL formula una enmienda general al nuevo instrumento de gestión promovido por la administración regional de Cantabria. De ser aprobado con su planteamiento actual, este nuevo plan de gestión se unirá al elenco de similares planes españoles que contemplan a la caza y el control poblacional de lobos como herramienta prioritaria, por no decir única, de gestión de la especie. Los planes de gestión de lobos en España se han erigido en mecanismos pseudo-legales que avalan el control poblacional de lobos sin considerar el marco normativo suprarregional que les obliga a proteger a los lobos.

Parece razonable sugerir que matar lobos no es protegerles, no es beneficioso para la especie en particular ni para la conservación de la biodiversidad en un sentido más amplio, y contribuye a degradar aún más el estado de conservación de la población ibérica de lobos. Los lobos no requieren ningún mecanismo de control externo por los humanos, porque tienen capacidad intrínseca biológica para auto-regularse dada su condición de depredadores apicales. Por eso no existen ni existirán plagas ni excesos de depredadores apicales.

ASCEL solicita la suspensión del trámite con la retirada del documento de gestión planteado, porque el plan de gestión está basado en un diagnóstico que (1) sobreestima inequívocamente la subpoblación regional de lobos, (2) pretende matar lobos para controlar la población en el 73% del territorio regional, incluido un parque nacional como Picos de Europa, y además, (3) plantea la erradicación total de la especie en el restante 27% de la región. Igualmente, reclamamos la debida protección, mediante catalogación regional de la especie en Cantabria.

La presencia de la ganadería en extensivo ha de ser compatible con la presencia de lobos, y no al revés. Una estrategia alternativa de gestión debería abordar la eliminación de las causas de mortalidad que los humanos provocamos a los lobos, de cara al obligado mandato de asegurar un estado de conservación favorable, y establecer una ordenación de las actividades humanas en el territorio regional cántabro, permitiendo la recuperación demográfica, genética y ecológicamente funcional de los lobos. A tenor del plan de gestión propuesto, esta premisa ni siquiera es valorada por el Ejecutivo regional como modelo alternativo de gestión.

Por último, ASCEL se reserva las medidas legales que considere oportunas si la aprobación de dicho plan de gestión tiene lugar.

 

Breve ensayo sobre “El origen de las especies” de Charles R. Darwin, el precursor de la Ecología y la Biología de la Conservación

Por Juan Ángel de la Torre González.

Es un triste reflejo de las actitudes actuales que los conservacionistas tengan que argumentar por qué debería algo salvarse y los explotadores no necesiten justificar por qué debería destruirse” 

George B. Schaller 1

Tras una relectura de la obra cumbre de Charles Robert Darwin, “El origen de las especies”, cuyo título original resulta sin duda más elocuente, “On the origin of species by means of natural selection, or the preservation of favoured races in the struggle for life” (1859), con el pasar de las páginas me iba sorprendiendo por los conceptos y argumentos que su autor expone en tan precoces tiempos para la Ciencia Ecológica, y la más reciente Biología de la Conservación. Alumbran sus escritos ideas muy claras que luego se plasmarán en los manuales de una ciencia que aún no tenía siquiera nombre y que diez años después (1869), un coetáneo, defensor y difusor de su obra, Ernst Haeckel, bautizó como Ecología. Pero harían falta muchos años para describir y dar cuerpo de ciencia a muchas de estas ideas ya anticipadas por tan insigne personaje.

No soy, en absoluto, la primera persona que vislumbra esto, Faustino Cordón en su prólogo a una edición 2 apunta “el pensamiento darwinista ha planteado importantes cuestiones biológicas, resolubles por observación y por experimentación que han dado lugar a ciencias nuevas (como la genética clásica, la genética de poblaciones, la ecología, la biogeografía etc.)”, pero si que pretendo concretar con más precisión lo aquí apuntado.

Conceptos como la biodiversidad y su distribución, estrategas de la k y la r, nicho ecológico,  equilibrio ecológico, extinciones encadenadas, extinción por endogamia o el riesgo de la introducción de especies exóticas, surgen de entre las páginas de una obra inmortal, que quizás ha sido más nombrada que leída.

Las obras de Charles R. Darwin, a pesar de la trascendencia de su legado, han sido escasamente traducidas al castellano, de hecho una parte de su amplia producción (cerca de una treintena de publicaciones) permanece aún sin traducción al español. Ayudado de otras lecturas como su Autobiografía 3 o El origen del hombre 4 intentaré hacer una reseña de lo que su lectura evoca sobre aspectos de la biología no estrictamente evolutivos.

Los capítulos III y IV sobre “La lucha por la existencia y selección natural” o “la supervivencia de los más adecuados” son los pilares sobre los que construye el grueso de la teoría, y se erigen en la referencia que hace el autor a varios de estos conceptos.

Por lo que se refiere a la biodiversidad, en el subtítulo Divergencia de caracteres (Capítulo IV) hace, de forma clara, un elogio de la biodiversidad elevada, tanto de la biodiversidad específica, de la funcional, de la estructural y de la ampliación de nichos ecológicos que Darwin denomina “puestos en la economía de la naturaleza”, denostando de paso la falta de biodiversidad como responsable de una menor cantidad de biomasa en el ecosistema (parcelas de hierbas experimentales). Y con esta frase lo ratifica “La verdad del principio de que la cantidad mayor de vida puede ser sostenida mediante una gran diversidad de estructura, se ve en muchas circunstancias naturales

También en el apartado Naturaleza de los obstáculos para el aumento (Capítulo III) expone los conceptos de gradiente de biodiversidad norte-sur o de altitud.

En cuanto a algunos conceptos de “Ecología y Biología de la Conservación”, un párrafo después define con bastante claridad lo que hoy denominamos la regla ecológica del 10% en las pirámides tróficas: “Por otro lado en muchos casos, una gran cantidad de individuos de la misma especie, en relación con el número de sus enemigos, es absolutamente necesaria para su conservación”.

Ya se ha citado arriba el concepto de nicho ecológico acuñado por Darwin como  el “puesto en la economía de la naturaleza”. Pues bien en el apartado Progresión geométrica del aumento (Capítulo III) hace una referencia evidente de  las dos estrategias consideradas para los seres vivos de crecimiento poblacional, estrategias de la “k” y la “r”, “si un animal puede de algún modo proteger sus propios huevos y crías, pueden producirse un corto número, y, sin embargo, el promedio de población puede mantenerse perfectamente; pero si son destruidos muchos huevos y crías, tienen que producirse muchos o la especie acabará por extinguirse”, ideas éstas probablemente  derivadas de la lectura de Malthus 5, que fue quien a su vez inspiró a Pierre-Francois Verhulst 6, para publicar ya en 1938 sus ecuaciones sobre dinámica poblacional de la especie humana, trasladadas a la naturaleza por Darwin.

El equilibrio ecológico es tratado con especial dedicación en las páginas del apartado Complejas relaciones mutuas de plantas y animales en su lucha por la existencia (Capítulo III), en el que a la vez de nuevo llama la atención sobre los beneficios de la biodiversidad y sobre los efectos negativos de la ganadería sobre esta. Para, a continuación, y en unas breves líneas dar una ejemplar y auténtica lección de redes ecológicas con plantas-insectos-aves-mamíferos imbricados (donde cita por vez primera al español Félix de Azara, de quien, posteriormente, Darwin elogia la exactitud de sus observaciones sobre pájaros carpinteros del género Colaptes en Sudamérica, como muy acertadamente recoge Jaume Josa i Llorca en su introducción de otra edición de 1988) 7.

Es aquí donde podemos imbricar la extraordinaria importancia que tienen los depredadores apicales, en particular los lobos, como especies altamente interactivas, e incluso las relaciones que mantienen con otros de su condición ecológica, así como la  degradación que supone para los ecosistemas la falta de estos componentes de la biodiversidad.

Causas de extinción

Los anteriores comentarios a su vez están enlazados al concepto de extinciones en cadena, tal y como describe Delibes de Castro 8 citando especies o grupos  interdependientes como el trébol rojo, los abejorros o los ratones de campo; ejemplos del hoy llamado “cuarto jinete del Apocalipsis”, las extinciones encadenadas.

En esta línea, la de explicar los porqués de las extinciones aparecen otras casuísticas como la del primer paradigma de la Biología de la Conservación que implica a los problemas de las poblaciones pequeñas y su riesgo de extinción por endogamia. En el apartado Naturaleza de los obstáculos para el aumento (Capítulo III) se lee textualmente “Debo añadir que los buenos efectos del cruzamiento y los malos efectos de la unión entre individuos parientes próximos…” o cuando escribe en el Capítulo IV sobre la “Convergencia de caracteres”… y “Cuando una especie llega a hacerse muy rara, los cruzamientos consanguíneos ayudarán a exterminarla”… para posteriormente hacer referencia en el mismo apartado al grave problema de la introducción de especies ajenas al ecosistema, otro “jinete del Apocalipsis” en el caso Australiano: “El doctor Hooker ha demostrado recientemente en el extremo sudeste de Australia, donde evidentemente hay muchos invasores procedentes de las diferentes partes del mundo, que el número de especies peculiares australianas se ha reducido mucho”.

Estas conclusiones derivan en el actual conocimiento que tenemos del concepto de tamaño de población efectiva, el cual hace referencia al número de adultos que participan en la reproducción, y que en el caso de animales como los lobos en España es conocido y extremadamente reducido 9.

Las conclusiones derivadas de este breve análisis son que Darwin fue un meticuloso y paciente observador de su entorno y un adelantado a su época al leer e integrar conocimientos de las más diversas facetas del conocimiento. Además supo mantener contacto, extraer e incorporar conocimientos de multitud de colegas de otras disciplinas en una época en la que las comunicaciones eran infinitamente más complicadas que hoy, en la era de la comunicación, Internet, etc. Por otra parte, la forma en que usa la información de otros autores y a veces, la invalida, es siempre desde un respeto y un “saber hacer” envidiable, sin duda, en los tiempos actuales pues jamás cae en la descalificación ni en la ofensa.

En lo sustancioso, apuntar que algunas líneas maestras de dos disciplinas, la ecología y  la reciente biología de la conservación ya están en la mente y en los escritos de Darwin nada menos que hace más de 150 años, lo que le convierte en un personaje más interesante y multidisciplinar si cabe. Y que, aunque hoy día, se perciben como problemas ambientales recientes o al menos detectados en los últimos tiempos, ya eran percibidos como problemas hace más de un siglo por Darwin.

Considero que la lectura y análisis de la obra de Darwin, es cuando menos, farragosa y dificultosa. Los motivos son varios: objetivos como el lenguaje, la forma de escribir y el modo de argumentar de mediados del s. XIX, la propia forma de escribir del autor a quien algunos biógrafos califican de no muy buen escritor, y subjetivos, como es el hecho de leer obra traducida por no conocer el inglés con soltura suficiente.

Agradecimientos: Aportaron su tiempo y valiosos comentarios, Lázaro Martínez de Arbulo, Antonio Barbadilla Prados y Jorge Echegaray.

BIBLIOGRAFÍA RELACIONADA:

1 Schaller, G. B. (2011). Un naturalista y otras bestias. Ed. Altair.

2 Darwin, C. (1859). El origen de las especies. EDAF Ediciones-distribuciones SA. Prólogo de Faustino Cordón. Traducción: A. Froufe, respetando básicamente la de A. de Zulueta de la 6ª edición.

3 Darwin, C. (1876). Autobiografía. Cohen, A y De la Torre, M.T. (trads.). Alianza Editorial S.A.

4 Darwin, C. (1870). El origen del hombre. Tomos 1 y 2. Colección Clásicos de siempre. E.M. Sanz. Madrid,  M. E. Editores S.L.

5 Malthus, T. R. (1846). Ensayo sobre el principio de la población. Madrid.

6 Verhulst, P-F (1838). Notice sur la loi que la population poursuit dans son accroissement. Corresp. Math. Phys., 10: 113-121.

7 Darwin, C (1859). El origen de las especies. Colección Austral. Espasa-Calpe. Edición e Introducción de Jaume Josa i Llorca. Traducción: A. de Zulueta, 6ª Edición.  

8 Delibes de Castro, M. (2005). La naturaleza en peligro. Editorial Destino.

9 Sastre, N., Vilà, C., Salinas, M., Bologov, V.V., Urios, V., Sanchez, A., Francino, O., Ramirez, O. (2011). Signatures of demographic bottlenecks in European wolf populations. Conservation Genetics, 12: 701-712.

Manejo irresponsable de perros y las ayudas agroambientales que cobran sus amos

En fechas recientes del mes de diciembre de 2018, tuvimos la desagradable ocasión de recibir de varias personas implicadas en la conservación de la naturaleza, varios videos como el que os exponemos donde un grupo de perros hostigaba y se ensañaba con un ciervo (Cervus elaphus) en Cervera de Pisuerga, termino municipal perteneciente al Parque Natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre (Montaña Cantábrica Palentina), también espacio de la Red Natura 2000.

ASCEL puso el caso en manos del SEPRONA de la Guardia Civil, aportando documentos  audiovisuales. Afortunadamente, la denuncia fue tramitada y la investigación del SEPRONA condujo a la identificación y sanción del infractor.

Por todo ello agradecemos la colaboración ciudadana en este tipo de hechos y manifestamos, una vez más, nuestro reconocimiento a la labor del SEPRONA. Confiamos en que la ejemplaridad de este tipo de sanciones contribuya a que ninguna infracción ambiental quede impune, y a que se modifiquen los comportamientos humanos con respecto a la supervisión y cuidado de sus perros, máxime en áreas protegidas  que forman parte del patrimonio común.

Este comportamiento irresponsable de algunos dueños de perros y sus consecuencias contra la conservación de la naturaleza ha sido objeto de publicaciones a nivel mundial. Este efecto pernicioso recae directamente en la conservación del lobo dada la dificultad de discriminar objetivamente la autoría de los ataques sobre reses ganaderas realizados por algunos perros cuyo manejo humano haya sido irresponsable, de los efectuados por los propios lobos.

Cabe mencionar que en esta zona palentina, las manifestaciones mediáticas de las organizaciones profesionales de ganaderos y de sus afiliados achacan recurrentemente a los lobos los daños a la ganadería, y solicitan más medidas de control poblacional de lobos a las administraciones. Y todo ello se hace obviando las ingentes ayudas agroambientales asociadas a criterios, entre otros, de eco-condicionalidad, como los derivados de la Política Agraria Común (PAC), que perciben esos mismos ganaderos que denuncian los ataques de lobos. Esas ayudas públicas y subvenciones agro-ambientales las reciben titulares del sector agro-ganadero para paliar las posibles limitaciones inherentes a tener sus explotaciones -privadas-  en espacios protegidos y/o coexistir con fauna silvestre, incluidos los lobos. Por tanto, ¡qué menos que exigir el cumplimiento de los requisitos que dan lugar a recibir estas cantidades de dinero público!.

Y enlazando lo expuesto con el caso que nos ocupa, se ha podido relacionar a algunos de los “habituales” de las noticias de la prensa local palentina contra los lobos con los propietarios de la explotación familiar de Cervera de Pisuerga sancionada por el SEPRONA por la conducta de sus perros. Esa explotación ganadera habría cobrado 74.400 € en 2015 y 38.733,80 € en 2017, en forma de ayudas agro-ambientales a priori de la PAC, esa que supone en torno al 57% del presupuesto de la UE y que tiene unas negativas consecuencias tanto ambientalmente en cuanto a la conservación de la biodiversidad como otras de ética internacional. Desafortunadamente, estas informaciones no suelen trascender en la cobertura mediática sobre lobos.

Finalmente, si los perros de guarda del ganado de esa explotación son capaces de atacar y matar a ciervos machos adultos de más de 120 kg de peso … ¿no podrán estos mismos perros atacar y matar ganado?.

El Tribunal Supremo anula definitivamente el plan de gestión del Lobo en Castilla y León

El plan de gestión del lobo en Castilla y León, publicado en mayo de 2016[1], queda definitivamente anulado tras pasar por el Tribunal Supremo. Dicho plan, equívocamente llamado “Plan de Conservación y Gestión del Lobo en Castilla y León”, había sido anulado por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León a principios de 2018, a instancias de ASCEL[2]. El auto del Tribunal Supremo, del 13 de diciembre de 2018, inadmite el recurso contra dicha sentencia de anulación. En otras palabras, el Tribunal Supremo ha rechazado el recurso presentado por la administración de Castilla y León[3] por carecer de fundamento, recordando que las administraciones públicas deben también cumplir con los procedimientos acordados.

Desde ASCEL deseamos un cambio de rumbo a la triste y fallida política de ‘gestión’ del lobo en Castilla y León, basada en la caza como herramienta de gestión a través de cupos cinegéticos inconcebibles para un predador apical. No se puede seguir sosteniendo que una especie de interés comunitario, y estrictamente protegida al sur del Duero en la misma Comunidad Autónoma, pueda ser severamente explotada. La administración con competencias en Castilla y León acumula además despropósitos administrativos: anulación de los cupos establecidos para las temporadas de caza de 2010-2011, 2011-2012 y 2015-2016, anulación del plan de gestión de 2016, y suspensión cautelar de los cupos de 2016-19[4].

Sólo con el cumplimiento de la legislación europea, española y autonómica, en favor de la preservación de la biodiversidad en general y del lobo en particular como componente estructural de la misma, habrá una salida.

[1]– Decreto 14/2016, de 19 de mayo, por el que se aprueba el Plan de “Conservación y Gestión” del Lobo en Castilla y León

[2]– Tras la presentación del correspondiente recurso contencioso-administrativo

[3]– Recurso de Casación

[4]– Aprovechamientos Comarcales

Sobre el ilegal y recurrente control poblacional de lobos al Sur del Duero

A propósito de contenido de la noticia aparecida en algunos portales sobre que la patrulla de seguimiento abate en Gredos el segundo lobo del año, queremos reincidir en que la Junta de Castilla y León, con recursos y personal público, procede de esta manera, a pesar de que no conocemos ni nos consta, que la Consejería de Fomento y Medio Ambiente defina y/o evalúe los daños atribuidos a lobos de forma fehaciente (mediante peritajes genéticos), ni tampoco la puesta en práctica y evaluación de métodos de prevención de daños sobre las explotaciones damnificadas. La administración regional vuelve a incidir en su único argumento para matar lobos, basado en una presuposición falaz, y es que están “autorizados” para ello “per se”, lo cual es incierto e ilegal. Y algunos medios de comunicación deberían esforzarse en no dar por sentadas ciertas asunciones, sobre todo si las fuentes están tan judicializadas como la Consejería que regenta Suárez Quiñones.

Además, con respecto al contenido de esa reseña de prensa, se “informa” que hay permisos para matar 5 ejemplares, lo cual es temerario e ilegal, y no sabemos si responde a fuentes oficiales o a licencias periodísticas erróneas: no puede haber un cupo de 5 lobos porque al sur del Duero el lobo es una especie estrictamente protegida por los Anexos II y IV de la Directiva Hábitats, por lo que no caben ningún tipo de caza y/o control poblacional mediante cupos. Cabe asimismo recordar que este año ni siquiera al norte del Río Duero puede haber caza (con cupos), gracias a las acciones de ASCEL, que constituyen un hecho sin precedentes en España y en buena parte del mundo donde hay lobos.

Esta noticia pone en evidencia, una vez más, la publicación de textos con elementos manipuladores e inexactos, no desmentidos por la administración responsable y que solo perjudican a la coexistencia entre el lobo y el ser humano.

 

La Junta de Castilla y León suspende la caza de lobos en CyL en 2018-2019

Hemos recibido notificación de que la Junta de Castilla y León, mediante una Orden de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, ha estimado el Recurso de Alzada que interpusimos acerca de una resolución administrativa por la que la Dirección General de Medio Natural aprobaba un “Plan de aprovechamientos comarcales del lobo en los terrenos cinegéticos situados al norte del río Duero para las temporadas 2016/2017, 2017/2018 y 2018/2019“. Dicha resolución administrativa  autorizaba la muerte de 429 lobos por cazadores en el período 2016-2019. En consecuencia, el Consejero Juan Carlos Suárez-Quiñones Fernández, ha ordenado la suspensión de la caza del lobo en Castilla y León. 

Esta decisión no tiene precedentes prácticos en España porque supone de facto la anulación del cupo de 143 lobos previstos para ser matados por cazadores durante la presente temporada 2018-2019. La caza de lobos en Castilla y León será por tanto un acto ilegal, punible en esta temporada 2018-2019. Os invitamos a colaborar con las autoridades pertinentes (Guardia Civil – Seprona) para denunciar cualquier acto de caza de lobos si tenéis conocimiento de tales actos.

La decisión, que ya afloró en la pasada “Mesa del Lobo” (órgano de pseudo-participación pública, designado por la Junta de Castilla y León) celebrada la semana pasada, se confirma ahora formalmente, y es una consecuencia de las diversas actuaciones judiciales emprendidas por ASCEL, de las cuales hemos ido informando (por ejemplo, el TSJCyL paraliza la caza del loboel TSJCyL desestima el Recurso de la JCyL contra la suspensión cautelar de la caza de lobosel TSJCyL anula el plan de gestión del lobo). El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León desestimó los argumentos esgrimidos por la Junta de Castilla y León, manteniendo la medida cautelar solicitada por ASCEL, que paralizaba el aprovechamiento cinegético del lobo en las temporadas 2016/2017, 2017/2018 y 2018/2019.

Agradecemos desde ASCEL la colaboración de la Manada y Ecologistas en Acción, entidades que nos han ayudado en este recorrido judicial, que empezó mucho antes de esta suspensión de la caza en las temporadas citadas.

Advertimos que estas actuaciones judiciales constituyen un punto y aparte, pero no un punto final por desgracia, porque la Junta de Castilla y León no parece querer cesar en su empeño de matar lobos, y de dilapidar recursos públicos en decisiones improcedentes, irracionales e ilegales, ignorando la importancia ecológica de la especie y degradando la cobertura legal internacional y nacional que protege a los lobos. Solo políticos con miras altas y a largo plazo serían capaces de aprovechar esta coyuntura que supone NO CAZAR LOBOS,  y proteger regionalmente al depredador apical por excelencia de Castilla y León, como base de una gestión más sólida, coherente, legal, racional y ecológica.